Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

no se hacen niños

viernes, 2 de febrero de 2007

Aunque en los 70 y 8o nos alarmaban con la explosión demográfica, parece que ahora nos tenemos que preocupar con la implosión demográfica. Algunos investigadores están inquietos por el descenso de la natalidad dentro de las familias educadas y modernas del mundo occidental. Temen que esa cultura retroceda cada vez más ante el avance de los grupos organizados religiosamente que mantienen una estructura patriarcal y demográficamente alta. Incluso demógrafos como Phillip Longman
proponen en Foreign Policy (FP) un regreso a esta forma de organización familiar en su artículo "The Return of the Patriarchy". El motivo: el secularismo progresista está siendo rápidamente devorado por los conservadores religiosos en un proceso similar al darviniano. En su libro The Empty Cradle: How Falling Birthrates Threaten World Prosperity and What To Do About It dice: El segmento sin hijos que más se expande en nuestra sociedad contemporánea proviene desproporcionadamente de los movimientos contraculturales y feministas de los 60 y 70, que no dejaran ningún legado genético,ni tendrán la menor influencia emocional o psicológica en la siguiente generación si la comparan con la de sus padres”. O que “Nos dirigimos a un futuro en el que solo los ricos podrán pagarse tener hijos, y la gente rica no está muy interesada en el asunto .Si lo estuvieran, no serían los ricos".No nos va a gustar a las mujeres. Y los religiosos también le ponen pegas.

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“El psicólogo social y experto en teoría de juegos Anatol Rapoport, promulgó una vez una lista de reglas sobre cómo escribir un buen comentario crítico sobre el trabajo de un oponente. Primero, dijo, se ha de intentar reexpresar la posición del contrario tan clara, vívida y justamente que el oponente diga: “gracias, me gustaría haberlo expresado así de claro”. Luego, se han de listar todos los puntos de acuerdo (especialmente si no hay asuntos de acuerdo amplio y general) y, tercero, se ha mencionar cualquier cosa que hayamos podido aprender del contrario. Sólo entonces está permitido proferir palabras de rechazo o de crítica. Yo he seguido estos puntos de forma saludable. Si lo consigues, los resultados son gratificantes, el oponente está en disposición de aprender de lo que digas y se muestra atento y con interés.”
Comentado en la crítica del libro “The god delusion” de R. Dawkins, titulada “Off come the gloves” por D. Dennet en el número de enero del 2007 de Free Inquiry.

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Robert Samuelson recently said, "The trouble with the global warming debate is that it has become a moral crusade when it's really an engineering problem. The inconvenient truth is that if we don't solve the engineering problem, we're helpless."

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya tardaba la mujer-pez en pinchar el globo sobado del alarmismo demográfico, ese lugar común de tantas tertulias. El verdadero problema será, efectivamente, la implosión. Y no sólo en Occidente. China (¡China!)tiene todas las trazas de ir a enfrentarse a una catástrofe humanitaria sin precedentes, precisamente por el declive demográfico. Ya se sabe que la depauperada asistencia social, en inminente quiebra, no va a dar a basto para atender a la ingente masa de ancianos que acumulará en las próximas décadas. En el 2035, el mayor contingente de población del mundo serán indios; el segundo mayor, pensionistas chinos. Habrá 100 millones de chinos mayores de 80 años. Sobre todo en las áreas rurales, habrá que echar mano de la asistencia tradicional, esto es, de los hijos. Pero en China, de los años 80 a esta parte, "los hijos" significan "el hijo" o "la hija". Y cuando es "la hija", bastante tiene, por tradición secular, con cuidar de los suegros. Millones de ancianos campesinos se verán obligados a continuar procurándose el sustento por sus propios, y cada vez más precarios, medios.

La única salvedad que se me ocurre es que los campesinos, en realidad, estén escondiendo a las segundas y terceras hijas cuando llegan los funcionarios a hacer el censo, porque si no la cosa pinta terrible.

Muchos de los que se hacían cruces ante el peligro amarillo, hoy se alivian con la nueva frase de moda: "China se hará vieja antes de hacerse rica".

El Anónimo Hablador dijo...

Pues yo no pienso contribuir al ascenso demográfico. Siempre recordaré a un personaje de Baroja, con el que tenía muchos puntos en común, de El árbol de la ciencia, con aquellas ultimas palabras sobre él: "Había algo en él de precursor".

Por cierto, acabo de construirme un blog. Están ustedes invitados.

Unknown dijo...

Me parece muy exagerada la tendencia demográfica apuntada, que requiere unas cuantas generaciones. Por lo demás, que algunos miembros de los movimientos contraculturales no dejen la menor huella en las próximas generaciones no me parece nada mal, la verdad. De eso precisamente no me quejaría.

Y gracias por las reglas de Rapoport, que no conocía, pues recogen muy bien las exigencias de honestidad que requiere una buena discusión. Claro, si queremos convertirla en una empresa cooperativa y que no sea una lucha de egos o voluntades.

Anónimo dijo...

Conozco más de cinco mujeres en la cuarentena que ni tienen ni tendrán hijos "porque no quieren". Es un handicap generacional o esconde otras causas menos cofesables? Connais pas, pero siempre me han llamado la atención.

Anónimo dijo...

¿Cómo hace, mujer-pez, para estar al tanto de todo lo mejor que se escribe en el mundo?
Es un gusto refrescar la mente leyéndola.
Respecto al hecho de que en Cataluña el gobierno ha puesto al curanderismo al mismo nivel que la medicina me parece inaudito. En un punto se pone en evidencia más aún la irracionalidad del discurso: cuando dice que la homeopatía está en contraposición con la alopatía. Porque la alopatía no se practica en la actualidad.
Nadie aplica sistemáticamente en medicina eso de "lo opuesto cura a lo opuesto".
Pero sí desgraciadamente sigue existiendo la homeopatía, que cree que "lo similar cura a lo similar".
En consecuencia la homeopatía no se contrapone a la alopatía sino a la medicina científica, a la única medicina posible, la que cura, la que continuamente contrasta sus teorias con la realidad y sus prácticas con la efectividad.
Tampoco debemos aceptar que se hable de "medicina china" o "medicina occidental". La medicina es una sola. Lo demás es curanderismo.