Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

cuando los partidos metastasean toda la sociedad (ahora hablo de la catalana)

miércoles, 15 de febrero de 2012


Qué bonito titular: “TV3 rescindeix el contracte a una productora propera al PSC”.

Por si alguien no lo comprende: “TV3 rescinde el contrato a un productora cercana al PSC”. No podría ser más claro y directo. Donde hubiera un dinero público, ahí han estado los partidos y sus allegados, agarrados a la teta.

Algunos, claro. Los que demostraban que eran “de aquí” haciendo profesión de fe identitaria . El “progresismo” también era un buen coadyuvante. Si te quedabas corto de esa fe, le echabas unas gotas de rollo izquierdista homologado. Una mezcla de los dos era una vaselina estupenda. Todo el mundo ha interiorizado que ese “talante” es un salvoconducto a la parte soleada del mundo socioeconómico, en este caso del catalán (en todas partes cuecen cosas, a veces habas, pero distintos productos regionales. Los catalanes PARA NADA somos diferentes al resto). No nos extrañe que en Cataluña los partidos no nacionalistas o que no profesasen un catalanismo exhibicionista hayan tenido el pequeño nicho que han tenido. La gente no es tonta e intuye por dónde van los tiros. Cuando más cercano al dinero público, más nacional-progresista el personal. Algún día se harán unos estudios estupendos, ya verán.

Actualización: otro identitario

Lo que realmente mata

miércoles, 8 de febrero de 2012





Hace unos días colgué en mi Facebook un artículo muy esclarecedor de Amazings sobre Fukushima (por cierto que no fue comentado por nadie). Ahora leo un párrafo en The Better Angels of our Nature que dice:

"Las falacias sobre la percepción del riesgo distorsionan las políticas públicas. Se ha invertido dinero y se han creado leyes para impedir que se utilicen aditivos en los alimentos y en eliminar los residuos químicos en el agua que bebemos aunque esto cause riesgos infinitesimales a la salud pública, mientras que leyes que salvan al vida de forma demostrable, como la reducción de la velocidad en las carreteras, encuentran la oposición del público. A veces unos accidentes que reciben gran publicidad se vuelven alegorías proféticas, muestras monstruosas de peligros apocalípticos. El accidente de la planta nuclear de la Three Mile Island de 1979 no mató a nadie y probablemente no haya tenido efecto en las cifras de cáncer, pero detuvo el desarrolo de la energía nuclear en EEUU y de esta forma contribuyó al futuro calentamiento global debido a la quema de derivados del petróleo."

Esto es algo que deberían tener en cuenta los políticos. Aunque (por cierto) este párrafo y lo que denuncia tal vez pueda aplicarse a otra predicción cada vez más discutida y que menciona de paso.