Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

Ella lleva la sartén por el mango. Son buenas noticias.

viernes, 31 de agosto de 2007

En los tiempos en que ejercía como Directora “Ejecutiva” (sí, Luis Alfonso, vale) en la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico me encontré por primera vez con la llamada “lengua de madera”. Esta lengua es la que utilizan burócratas y leguleyos para camuflar sus ansias de dominio y de intimidación. Es innecesariamente técnica, absurdamente formal, inútilmente enrevesada y su oscuridad casi siempre enmascara la falta real de argumentos. Yo me encontré con que, de pronto, los compañeros de la junta, cuatro matados y medio, nos debíamos comunicar en un estilo que ni en un ministerio de esos de Kafka. No han sido otros los motivos de una carta que he recibido hoy. “Abierta”, decía. Les va a ilustrar perfectamente lo que quiero decir. Las comas y los puntos estaban tal cual en el texto. Miren qué párrafo: “Realizada esta primera salvedad, al efecto de justificar el motivo por el cual, elijo el medio escrito para dirigirme a usted, la razón y la causa originaria de la misma, por todo lo anterior, ahora encuentro por medio de esta comunicación escrita.” ¿Y este?: “En este estadio, le indicaré que en unión de otros compañeros y a nivel particular, y siempre desde una perspectiva técnica, científica, ponderada y utilizando según la terminología más al uso, desde una vertiente del método científico. Hemos llevado a cabo una tarea y cometidos de propuestas sobre diferentes campos de actuación social, económico y legislativo que consideramos, aunque sea a mero efecto formal de importancia a destacar.” Es que son joyas, señores. Ahora, de los joyeros que las elaboran es mejor huir. Y, sabido esto, se hace aún más dichoso apreciar la sencillez de las mentes claras que detestan la neblina que suplanta el vacío. La de las personas que no han de fingir personajes que no son, ni ocultar lo que tienen de igual que los demás. Rosa Díez me llamó el miércoles para avisarme de que había adelantado su rueda de prensa y que la iba a dar este jueves (ayer). Y me comentó algo que no acabé de entender. Hoy me ha llamado para decirme que, después de esa rueda de prensa y de todo el ajetreo, se sentía tan cansada que no sabía si deprimirse o ponerse a planchar. Y que eligió eso último. Ah, muy bien; eso era. Seguro. Después de haber leído esa carta que sólo pretendía esconder la ofensa en un marasmo de palabros, se lo he tenido que preguntar. Digo: Rosa, cuando me llamaste el miércoles, cuando preparabas la rueda de prensa, ¿me dijiste que estabas friendo patatas?

galeria de tipos insoportsables: Michel Onfray

miércoles, 29 de agosto de 2007

Interesante entrevista, Su título es El profesor y el Presidente. Michel Onfray, autoproclamado “anarquista de izquierda, libertario, hedonista y ateo” se pelea con Sarkozy. Es un encuentro auspiciado por la revista Philosophie bajo el título Confidencias entre enemigos. Onfray manifiesta que, cuando se vieron por primera vez, todo fue tensión: “Comienzo tormentoso. Agresión de su parte. Se mueve dentro de su jaula, mirando, sopesándome, juzgando. Un gran animal herido. Dice que ha leído mi blog y me mira de arriba abajo”. Onfray se pregunta cómo alguien que desde que nació “ha querido ser presidente, ha aspirado a caminar con los grandes del mundo, ejercer de jefe del ejército y tener un arsenal nuclear a su disposición, puede reaccionar como una bestia herida de muerte ante una persona que ha escrito unas críticas en un blog”. Parece que esas críticas tienen que ver con la posibilidad de que Sarkozy piense que la gente nace pedófila, suicida, homosexual o fumadora y el presidente quiere explicarse. Sarkozy, por lo que yo le he leído, no afirmó nada de eso, sino que mencionó los más que probables componentes biológicos de algunas conductas. Pero, para Onfray, progre de manual donde los haya, eso refleja una creencia en el determinismo genético “al estilo estadounidense” lo que, como todos sabemos, le añade gravedad. Onfray ha escrito un libro sobre ateísmo en el que afirma cosas como que “El ateísmo postmoderno anula referencia teológica, pero también la científica, para construir una moral”.Todo él refleja un perfecto desconocimiento de algo parecido a una formación científic básica. Así que, este duelo, es paradigmático. Tenemos a un Onfray que refuta gratis total la supuesta idea sarkozyana del control ineludible de los genes. Pero Sarkozy, por su lado, creyente católico, pone esa típica pregunta sobre la mesa: “¿Cómo demostrar que no existe? (Dios)”, lo que evidencía, también, que ni la ciencia ni la razón son su fuerte.
Estamos en un momento paradójico en el que la ciencia socava la fe pero, a la vez, da, en bastantes aspectos, la razón a cierta visión tradicional de la naturaleza humana. La persona que opta por eso que John Brockman llama “la tercera cultura”, o el humanista secular, se encuentran en una tierra de nadie en la que los dos polos ideológicos tradicionles les contemplan ofendidos y alarmados.

No sé que le regalaría Sarkozy ese día pero, Onfray, le ofrece cuatro libros: Vigilar y castigar, de Michel Foucault; El Anticristo, de Nietzsche; Totem y tabú, de Freud; y ¿Qué es la propiedad?, de Proudhon. Dice que Sarkozy abre los paquetes “como un niño destapando regalos de Navidad”, aunque sugiere, también gratis total, que tal vez nunca los leerá. Yo tampoco los volvería a leer. Me refiero a los tres últimos; no leí el de Foucalult y ahora sería lo último que tandría en la mesilla de noche. Pero, si Sarkozy me propusiera, como le hace a él, pasar unas vacaciones juntos, aceptaría. Para Onfray sería “Una pesadilla”, pues sale de la entrevista sintiendo,como la zorra, “compasión” por Sarkozy. Pero sería duro -eso sí sería una pesadilla- aguantar más de un minuto a un tipo tan pretencioso y tan orgullosamente equivocado como Onfray.

i castrati

lunes, 27 de agosto de 2007

Yo no sé por qué le llaman “castración química” cuando quieren decir que, por motivos de seguridad pública, se va a proponer la alteración farmacéutica de la libido a determinados delincuentes. Menos mal que nunca se usó el término en los cuarteles cuando se administraba (¿según la leyenda?) el bromuro a los reclutas. Más de una mater amantísima le hubiera hecho pasar un mal rato al sargento sartén en mano. Una oye “castración” y ve, de inmediato, unas tijeras de podar. Y, si es “castración química”, un chorro de ácido ahí donde debe doler tanto. Y no es eso, por Dios. Es poner al agresor sexual a la misma altura hormonal que su potencial víctima. Para que ambos vean Blancanieves y uno no esté convencido de que se la follan todos los enanitos y le vengan ideas. El sexo está en la cabeza, vale; pero hasta cierto punto. En realidad, está, mayormente, donde tiene que estar. Y ya lo dice la literatura popular (valga el chiste): si no hay “química” no hay nada que hacer. Juan Manuel de Prada dice que no le gusta Sarkozy, especialmente ahora que ha propuesto tratar a los delincuentes sexuales peligrosos y reincidentes con medidas que ya se practican con buenos resultados. Pero, simplemente, por poner sobre la mesa una alternativa de la que debe haber documentación contrastable merece calificativos como “vomitivo” y presuponerlo o “un mensaje extremoso, para adular a los derechistas más descarnados, los derechistas del palo y tentetieso “o “un guiño cómplice a la izquierda paleolítica, más concretamente a las dinosau rias del feminismo emasculador”. Ni una cosa ni la otra. Juan Manuel de Prada ya ha dado muestras anteriormente del poco predicamento que tiene para él la ciencia cuando parece inmiscuirse en algo que se relacione mínimamente con “la naturaleza humana”. Por ello proclama, poseído por un arrebato de utopismo adolescente, que “Los sistemas punitivos civilizados se fundan en la convicción de que el delincuente, tras penar su culpa, puede convertirse en un hombre nuevo”. Dejando al lado lo del “hombre nuevo” y sus resonancias, no cabe duda de que es una víctima de un dobe malentendido: el de la Tabla Rasa
y el de la desgraciada y desorientadora denominación de ese esperanzador tratamiento médico. José Manuel de Prada llega a utilizar la palabra “amputación”. No me extraña que se indigne; debió escribir el artículo con las rodillas apretadas. Es divertido que un conservador como él proponga como solución un radical cambio social y un izquierdista declarado como Antonio Robles se haga la siguiente pregunta: “¿Por qué mujeres y niños inocentes habrían de perder su derecho a ser protegidos, mediante inhibidores sexuales aplicados a sus verdugos, frente al derecho de violadores y pedófilos a no verse mermados en su plenitud físico-sexual?”. Y aún hay quien cree en la derecha y la izquierda como categorías con sentido.

para qué querrá una iluminarse

viernes, 24 de agosto de 2007

Hubo un tiempo en que tenía a gala no dispersarme leyendo más de un libro a la vez, máximo dos. Hace ya tiempo que me descontrolé del todo y ahora tengo empezados entre 5 y 10 (no lo tengo muy claro). Uno que acabo de comprar y que no me he resistido a curiosear es El Nuevo Humanismo, editado por John Brockman, el creador de la revista Edge, de la cual se reproducen algunos de los artículos. El libro está editado por Kairós y prologado por Salvador Pániker. Es de este prólogo de lo que quiero hablar. He leído algunos libros de S. Pániker que me han gustado, sobre todo sus memorias. Tiene un ramalazo místico bastante controlado, nada que ver el espíritu aerostático de su hermano. Es un hombre interesado por la ciencia más puntera de la que utiliza profusamente algunas de sus metáforas. Encima, leyó el manuscrito de mi primer libro y me lo publicó; me siento llena de paz y amor pro-panikeriano. Pero este prólogo debe estar estrictamente dirigido al público new age de la editorial porque es un compendio de toda la ortodoxia holístico-quántica más rabiosa. La tiranía de los espirituales, es lo que tiene. Va a tener que leerlo Fernando (Peregrín). Le va a gustar. Una muestra: el “nuevo humanismo”, dice, ha de “acometer” reformas lingüísticas” porque “nuestros hábitos sintácticos han cambiado poco” puesto que todavía “nos sigue condicionando el viejo constructo aristotélico hecho de sujeto, verbo y predicado”. Yo lo veo una empresa complicada. Más que modificar los hábitos más valdría empezar con un cerebro nuevo.
Y todo esto para alcanzar un “infinito” a través de la Iluminación, medio bastante decepcionante y al que no le veo la ventaja puesto que, tal como advierte Pániker, al contrario de lo que se suele pensar, en vez de llegar a un estado donde puede comprenderse todo, lo haces a uno “en el que, al fin, ya no se comprende nada”.Para ese viaje...

La dimensión social de la educación

lunes, 20 de agosto de 2007

Los sábados de 9 a 10 de la mañana, sólo durante el mes de agosto, participo en el programa de RNE1 “No es un verano cualquiera”. El sábado pasado hablamos de muchos temas. Que si las infraestructuras, que si la educación…Al final apareció el de la justicia y de las resoluciones absurdas, como el caso de esa mujer a quien se le ha ordenado ir a buscar a su criatura al domicilio de un marido con orden de alejamiento (http://www.20minutos.es/noticia/268121/0/marido/alejamiento/hija/). Recordando lo de “la justicia de verano” de la que se habló en el blog de Arcadi Espada, se me ocurrió traer a colación la multa de 6000 euros(http://blogs.elcorreodigital.com/index.php/magonia?cat=404)que tendrá que pagar Luis Alfonso Gámez como condena por llamarle “farsante” y otros ajustados sinónimos a Juan José Benítez (www.jjbenitez.com). En contra de las esperadas manifestaciones solidarias, mis compañeros contertulios me advirtieron de la “persecución” que al parecer sufre el tal Benítez. Bien, no supe a qué se referían porque se acabó el programa, pero cuesta entender que, si estamos hablando de educación, como hicimos unos momentos antes, podamos desligar una cuestión de otra. Que alguien tenga el poder de hacer llegar tal burda desinformación a través de las ondas televisivas sin que a nadie se le mueva una ceja, no se compadece con lo anterior. La educación no flota libre por encima de un mar social. Esa educación estará determinada por el valor que esa sociedad le atribuya al conocimiento y a la búsqueda de la verdad. A mi modo de ver, a los que promueven la seudo ciencia, el creacionismo o la mistificación histórica no les viene mal una cierta “persecución” verbal. Lo malo es la indiferencia.

curas modélicos

viernes, 17 de agosto de 2007

Sobre los funerales de Xirinachs leo que “El PP catalán y Ciutadans denunciaron que Carod acudiese al evento «en representación de todos los catalanes» y que Sirera añadió que «Carod podría haber acudido al sepelio como líder de Esquerra, pero no como presidente de todos los catalanes, pues la gran mayoría no comparte las ideas de Xirinacs».
Bien: es que se trata de eso. De que esa “gran mayoría” no es, para ellos, catalana. Es sólo, por desgracia, wishful thinking que José Domingo, diputado de Ciutadans, opine que «Montilla debería proceder a relevarle de inmediato como presidente en funciones» cuando durante décadas el PUC (Partit Unificat de Catalunya, entidad virtual que engloba a los partidos nacionalistas catalanes que han sido todos, hasta hace poco, salvo el PP) ha, más que permitido, alentado un clima en el cuál el independentismo es la quimera que pocos en el fondo desean pero que da el toque de idealismo milenarista exacto que una sociedad progre debe lucir. ¡Pero si el presidente del Parlament, ese Parlament que se supone también de todos, en el cierre de la última sesión de investidura, osó gritar con seguridad prepotente “Visca Cataluña lliure” y aún sigue en su sitio! Si el grito hubiera sido “Visca Cristo Rey” se le hubieran comido vivo. Y el abuso hubiera sido el mismo.

¡Qué lástima que no le hubieran dado a Xirinachs ese premio Nobel de la Paz! Se hubiera unido a otros vendedores de pesadillas para Peter Panes de geriátrico, como Arafat, otra joya. Pero aún hay tiempo para que se lo den a monseñor Uriarte. Que no se queden sin su cura con corazón sólo para los propios. Desde aquí pido que se impulse esa justa iniciativa.

el incesto y sus interpretaciones

miércoles, 15 de agosto de 2007

Yo tengo a Fernando Savater en un pedestal. Los ateos tenemos tanta necesidad como cualquiera de procurarnos un santoral propio, aunque sea de este mundo. Tengo casi todos sus libros y he leído con el interés y el afecto de siempre La Vida Eterna aunque no me parezca, precisamente, una de sus mejores obras. Y esta pequeña introducción viene a cuento porque, también como cualquier supporter al uso, me estremezco de placer cuando mis intelectuales favoritos coinciden con mis filias particulares y me siento mortalmente ultrajada cuando ocurre lo contrario. Pues bien: ha sucedido tal contrario y se me abren las carnes de desolación. ¿No voy y me encuentro con esta frase en un desdichado pié de página en la 185?: “En nuestros días hay bastantes personas piadosas que han sustituido las novenas y la lectura de los salmos por la veneración acrítica de la psicología evolutiva. Todos los comportamientos humanos relevantes pretenden explicarse por rocambolescas estrategias directamente llegadas del Paleolítico. Tras décadas denunciando las explicaciones teleológicas o finalistas de los teólogos, otros creyentes pretenden establecer ahora una especie de finalismo hacia atrás no menos arbitrario e improbable que el otro. Y eso cuando lo único medianamente claro hoy en teoría de la evolución es que no todo está en los genes…ni siquiera casi todo. Para comenzar a despertarse de estos nuevos sueños dogmáticos recomiendo la lectura del sabroso librito El legado de Darwin, de John Dupré, ed. Katz, Buenos Aires, 2006.”

Si no es para que me de un soponcio, díganlo ustedes. Me acusa directamente, a mí que tanto le amo. He dado un vistazo por ahí con la ayuda de Google y he recogido algo de información sobre el tal Dupré (el “tal” simplemente por mi desconocimiento del sujeto). John Dupré es un filósofo inglés que estudia la filosofía de la biología. La Wikipedia le sitúa dentro de una corriente que se llama “Imperialismo científico”, que vaya tela. Empezamos mal. Para Dupré, este imperialismo es "the tendency to push a good scientific idea far beyond the domain in which it was originally introduced, and often far beyond the domain in which it can provide much illumination." Otros que están adscritos a esta corriente dicen cosas como que “those who believe that the study of politics can and should be modelled on the natural sciences, a position defended most forcibly in the United States, and those who have dissented, viewing this ambition as methodologically unjustified and ethically undesirable." o que "the myth that science is the model of truth and rationality still grips the mind of much of our popular and scientific culture. Even though philosophers of science over the past few decades have gutted many of the claims of this scientific imperialism, many thinkers, knee-jerk agnostics, and even judges persist in the grip of this notion." Su libro, El Legado de Darwin, tiene estas características , y he encontrado algún que otro artículo más sobre él. En éste , muy favorable al autor, hay una pequeña síntesis de su libro en la que resaltan algunas de sus opiniones. Por ejemplo: “El conocimiento de la evolución no puede decirnos casi nada respecto de la naturaleza humana con el nivel de especificidad que pretende la psicología evolutiva.” También que el autor propone una vuelta “al empirismo, a la observación, en vez de inferir, como lo hace la psicología evolutiva, la naturaleza humana de principios teóricos.”, propósito sorprendente que ignora cuánto trabajo de campo e investigación profunda existe alrededor de las implicaciones psicológicas, culturales y sociales del darvinismo. Parece que Dupré en este libro llega a afirmar que los evolucionistas dan al desarrollo “un estatus de “caja negra””. Para el autor se trata de “mitología genética” y acusa a la Psicología evolutiva de “la falacia de comparar las conductas humanas con la de los animales.” Porque John Dupré pone en duda que la evolución pueda iluminar la comprensión de la conducta humana. Por otra parte, si bien no está de acuerdo en que la especie humana se distinga de las otras por poseer un alma, tal como lo afirma la religión; tampoco cree como lo postula la psicología evolutiva, que nosotros seamos una especie animal como cualquier otra.“Es importante –dice- que no seamos injustos con aquello que nuestra propia especie tiene de extraordinario”, situando la principal distinción en la complejidad de los lenguajes humanos. Fantástico. En éste otro artículo, publicado en La Nación sostiene que "Los detalles de la mente humana son los parámetros de un rasgo único y exclusivo de una especie en particular".

Bien, seguro que es muy saludable leer a Dupré, y lo haré en cuánto pueda. Pero este desprecio por todo lo conseguido en las ciencias sociales, antropológicas y de la conducta gracias a la aportación del darvinismo (vamos, resumiendo: estudiar al hombre dentro de un linaje animal ancestral) resulta al final consecuente con otras afirmaciones de Savater en el mismo libro que sobresaltan poderosamente a una darvinista llena de voluntad como yo. En la página 176 de La Vida Eterna, Fernando Savater, escribe esta frase: “Por supuesto, todo lo que puede llamarse avance o progreso humano ha sido desde el comienzo una batalla contra la seducción poderosa del incesto.” ¿”Seducción poderosa del incesto”? ¿Y eso? A pesar de esa teoría de la psicología evolutiva como “caja negra”, esta disciplina está profusamente apoyada por mucho trabajo de campo e investigación. En contra de Dupré y a favor de la psicología evolutiva está la importantísima aportación que sobre el incesto desarrolló Edward Westermarck, todo un clásico. Según este científico, de “seducción poderosa”, nada de nada. Algún que otro pervertido, en todo caso. Como es sabido, el tabú del incesto es una de las más claras muestras de cómo un interdicto moral se explica de una manera muy eficaz desde un punto de vista darvinista. Desde la pura naturaleza humana. Para quien no tenga a mano obras tan magníficas como The moral animal, de Robert Wright y tantas otras, el autor de este blog nos ofrece un compendio excelente de todo lo que se sabe hasta hoy sobre el tema. Los estudios de Westermarck sobre el trabajo de Arthur Wolf respecto del fracaso de ciertos matrimonios entre niños criados juntos en la China tradicional o la experiencia israelí en los kibbutz son seminales en esta disciplina. Las conclusiones: que los matrimonios entre parientes cercanos producen criaturas con deficiencias psíquicas y físicas y que la selección natural ha favorecido una disposición emocional en los seres humanos en todas las culturas conocidas en contra de la atracción entre adultos que fueron criados juntos. Para muchos psicólogos evolutivos está claro que la moral no obedece ni a motivaciones utilitaristas, ni racionalistas (kantianas), ni contractuales al estilo de Rawls. Hay una amplia documentación que lleva a pensar que en el juicio moral existe una primacía de lo emocional, de lo instintivo. Se han hecho multitud de experimentos en grupos de personas sometidas a dilemas morales en los que interviene el incesto y no se puede apoyar nada como lo que afirma Savater de que el incesto sea “el tabú original” o el “sacrilegio primordial” si esto se interpreta desde un punto de vista freudiano o “bataillano”. Al contrario, a la gente corriente, a la mayoría de nosotros, le cuesta mucho encontrar justificaciones a los casos teóricos de situaciones incestuosas, lo que sugiere, en último extremo, que el razonamiento moral proviene de la intuición moral. Muchos otros datos confirman su origen biológico (¿cómo sino justificar que unos genes predispongan a una falta tal de discriminación sexual que aboque a una descendencia inviable?).



A la luz de todo esto, cuesta comprender que mi ídolo diga hoy en día que “el incesto pretende negar el indicio más inequívoco de la mortalidad, es decir, la reproducción sexuada, en la cual intervienen dos seres de género diferente…Cuánto más idénticos sean los progenitores…menos reproducción habrá: ¡y menos turbación de la pureza, menos resquicio para que penetre la muerte! Por eso el sacrilegio más moderno y tentador es la clonación, que constituye el incesto perfecto. La culminación de ser causa única e idéntica de nosotros mismos”.

Nada, nada. Creo que hay fuentes más modernas e interesantes que Eric Fromm, otro psicoanalítico al que recurre para explicar los conflictos de la familia. No hay respaldo en la comunidad científica a la idea de Freud del incesto como connatural al hombre y a su tabú como construcción social. Todo lo contrario. Mejor alguien como Westermarck que, aunque de la misma época que Fromm, se adelantó a todos sugiriendo que la moral es un resultado de las naturales emociones humanas y que el tabú del incesto es la expresión cultural de una disposición humana formada durante la historia evolutiva. ¡Claro que hay tabú! Pero actúa en contra de las personas que por alguna anomalía en su cableado básico o por indigestión doctrinaria atentan contra uno de los conocimientos innatos más arraigado en todos los seres humanos.

la ciencia, modelo para la ética

lunes, 13 de agosto de 2007

No recuerdo exactamente dónde fue, pero escribí una vez que estaba en contra de las etiquetas ideológicas y que me inclinaba por definirse en las propuestas. Tampoco creía conveniente a estas alturas que una defensa firme de los valores debiera llevar la coletilla de “cristianos”, aunque fuera totalmente consciente de que una determinada manera más justa, libre y universal de entender la vida hubiera florecido dentro del marco de nuestra cultura. Sin embargo, hubo gente que se molestó y que, incluso, se dio de baja de Ciutadans de Catalunya.
No me cabe duda de que esto fue a causa de mi torpeza expresiva, pues no se me ocurre nada más estimulante que la posibilidad de disfrutar de una Ética compartible por todos. Mi modelo es la ciencia y no por ello soy “imperialista científica”. La ciencia actual ya no es occidental ni cristiana, sino universal. Las organizaciones, comunidades e, incluso, las empresas científicas son planetarias. La moral empezó a serlo con la Carta de los Derechos Humanos. El futuro será multiétnico pero no multicultural si esto incluye la ley o los sistemas éticos.



.....................................*.........................................


Estos días he estado recortando artículos chocantes. Como me ha sorprendido la bobería, la "correctez" política y el oportunismo de "Simon Rattle. La batuta más envidiada del mundo" , quiero participárselo por si se les hubiera pasado por alto. Ahí tienen una muestra de lo que es capaz de decir:



P- El compromiso no es tan malo, después de todo. Uno puede encontrar cosas de éstas hasta en la Venezuela de Chávez.
R- Es muy listo. Y tiene suerte, además de petróleo. A pesar de lo que se diga, se preocupa por el bienestar de su gente. Ante todo es un político, y en todos los lados hay gente despreciable. Por lo menos, él me hace reír, no como los neocon. El proyecto Abreu tiene un apoyo importante de su Gobierno, pero el hombre fundamental para que salga adelante es el propio Abreu. Es bueno saber que una sola persona puede conseguir tantas cosas.
P- Entonces, Chávez le hace gracia... Y los 'neocon', ¿le asustan?
R- No me hacen ninguna gracia. Realmente han organizado todo un fiasco. Tampoco me gustan los músicos que hablan de política, pero, en fin. Hay un libro que describe lo que es el conflicto del mundo actual, de un conservador; se llama precisamente así: Fiasco. Es increíble a todos los niveles.

viernes, 10 de agosto de 2007

Amigos: el pasado 25 de julio falleció mi padre.Muchos de vosotros me habéis expresado vuestras condolencias y os doy las gracias.
Este lunes 13 de agosto vuelvo a reanudar el blog. Nos vemos entonces.