Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).
miércoles, 14 de noviembre de 2007
"Algunos quieren correr demasiado" , asegura este joven. Nos lo están diciendo y no les escuchamos. Ya sabemos que la izquierda es responsable de una de las mayores catástrofes ocurrida en el llamado “mundo occidental” en las últimas décadas: el desmantelamiento de un sistema educativo que había sido faro y luz de muchas generaciones. Están de acuerdo hasta los que se definen como de izquierdas. El primero de ellos el profesor Ricardo Moreno castillo que en esta entrevista asegura: “los límites no se negocian, no se dialogan”. Pero también la influencia desgraciada de determinadas propuestas suyas ha estropeado algo más que el sistema educativo: se ha suspendido el mero sentido común. Todo en aras de unas ideas preconcebidas totalmente erróneas que se dan de bruces con la realidad. Cuando yo estaba en la universidad ya me sonaban a broma esos lugares comunes sobre la originalidad, la capacidad de transgresión y la libertad para pensar y hablar de la juventud. ¡Me lo iban a contar a mí que tantas dudas debía aparcar en algún lugar de la mente para no ir en contra de la opinión mayoritaria, tan estereotipada! Cuando uno es joven, original, realmente transgresor, libre pensador y osado para manifestarse puede hacer grandes cosas, pues tiene la fuerza de un cuerpo recién estrenado, en plena forma y con tiempo por delante para formarse y desarrollar sus ideas. Pero, como todo lo bueno, eso es una minoría; son muy poquitos. Lo más corriente es que los adolescentes y jóvenes sean fuertes, recién estrenados, que estén en plena forma y demasiado primarios aún para distinguir entre sus pulsiones más irracionales y los lemas y pretextos con los que las enmascaran. Arcadi Espada también habla hoy de ello. “Creo que se comete un error cuando se interpreta que una manifestación en homenaje a José Antonio u otra en celebración de la Noche de los Cristales Rotos expresan realmente lo que sus lemas anuncian” dice y con razón. En realidad se reúnen para hacer más o menos lo mismo que los hinchas del partido que se jugó la semana pasada en Barcelona. La mayor parte de ellos ni siquiera tenía entradas. La diferencia es que, por falta de lemas, no pueden ser beatamente utilizados por ninguna ideología o partido político. Querían armar jaleo. Lo quieren todos cuando son jóvenes y preferentemente machos. Ellos tienen más tendencia a dejarse llevar por el entusiasmo, a consentir en la guerra, las violaciones o los impulsos asesinos, a sentirse estimulados en involucrarse en interacciones violentas. Es el resultado de la tendencia masculina al riesgo que optimiza las posibilidades de reproducción a cambio de vivir menos. Sabemos tan sólo de dos clases de mamíferos cuyos machos vivan en grupos de machos emparentados entre sí y, ocasionalmente, ataquen a individuos o grupos vecinos con tal brutalidad que lleguen a matarlos. Esas dos clases de mamíferos son los seres humanos y los chimpancés. Llevado esto a nuestra experiencia más directa y actual, vemos que los jóvenes varones suelen reunirse en la adolescencia (y, a veces, aún más tarde) en bandas que suelen crearse de forma espontánea o ser fruto de hábitos culturales potencialmente peligrosos. Angelita en sus fascinantes crónicas nos explica que los niños y adolescentes musulmanes son echados de casa porque sus padres consideran que quedarse en ella les volverá afeminados. Angelita, con conocimiento de causa, se opone a la idea de que la violencia en la banlieue sea resultado de un conflicto social. El hecho de que a la pobreza y a la delincuencia se le atribuya una correlación lleva a que se asuma de forma automática que la pobreza causa el crimen, cuando lo correcto sería pensar en que actitudes similares de conducta podrían estar contribuyendo tanto a la pobreza como a la delincuencia. Hay que estar alerta con hábitos importados y favorecedores de la violencia callejera como las bandas creadas por latinoamericanos, fratrías donde se juramentan entre ellos y en contra de enemigos cuya existencia les cohesiona. Ahí encuentran los “límites” de los que habla Moreno Castillo, límites que les dan, a veces por primera vez, esas normas, esa disciplina, esa jerarquía y autoridad que, al no encontrarlas ni en casa, ni en la escuela, ni en su propio entorno social satisface la necesidad íntima de estructura que en realidad piden a gritos. De ahí la incomodidad de los adolescentes con los que he iniciado este post, que se saben dejados de la mano de Dios y responsables antes de hora de vivencias para las que no están preparados. “…las acciones de protesta de los sindicatos de estudiantes izquierdistas han introducido factores de imprevisible confusión. Piquetes y grupúsculos minoritarios han conseguido bloquear o cerrar 13 de las 85 universidades públicas francesas.” Sin embargo, La mayoría de los franceses consideran «injustificada» la huelga contra las reformas. No se trata de que descartemos de un plumazo las causas sociales y económicas a la hora de interpretar un conflicto en el que estén involucrados adolescentes, jóvenes y hombres en la pre madurez. Pero existen unas constantes de fondo que son reales, explican mucho y lo progresista precisamente sería atenderlas e utilizar para abordarlas el conocimiento objetivo antes que los prejuicios ideológicos.
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6 comentarios:
¡Pobre Angelita! Se ha despersonalizado.
Antes le parecía que la derecha era la culpable, luego la izquierda y después el rechazo a integrarse en una Cultura alienante.
Abate Marchena.
MENSAJE A TERESA GIMÉNEZ BARBAT:
La coordinadora de UPyD en Cataluña de la que usted es la portavoz,
debería, en mí opinión:
1º) Dimitir en bloque por su nulo poder de convocatoria;
2º) Dar entrada a otros componentes que, sobradamente, han dado pruebas de su saber organizativo (ej. en Ciutadans de Catalunya y Ciutadans-Partido de la Ciudadanía)
3º) Desvincularse de "personajes relevantes en la sombra" que, en la práctica, mueven los hilos; y, por último,
4º) Propiciar un último intento de colaboración UPyD - C's.
SOBRAN LOS PERSONALISMOS EN LA LUCHA CONTRA EL NACIONALISMO
Teresa, da ejemplo y dimite.
Gran comentario y excelente entrevista con D. Ricardo Moreno. Gracias.
Gotigoti dijo,
en el blog tabula rasa Eduardo Robredo habla del mísmo tema y cita a Arcadi.
Los anglosajones aceptan sin que se les rompa el corazón la precipitada salida de la casa familiar a edades muy tempranas, casi rozando la adolescencia. Tienen asumido que soportar dentro de casa la locura transitoria que comporta el iniciar la juventud es pedir demasiado a un adulto que paga impuestos y cumple la ley, por muy padre o madre que se sea, y simplemente los dejan vivir por su cuenta confiando en que la calle, la empresa y las leyes los desbraven. Para las chicas la salida rápida de la casa familiar suele ser un embarazo, ya que el Estado del Bienestar les proporciona una casa y una renta, convirtiendo el hogar neonato en el centro de reunión de los amigotes de la pareja adolescente.
Allí, uno de los paises más civilizados del mundo, se veía a plena luz del día y sin entrar en barrios desgraciados, el hambre "de cuero" en algunos grupos adolescentes en la calle, el tren, o a la entrada de los institutos. La sociedad, han desistido meterlos en cintura por las buenas. La poli vigila y lo hace por las malas.
Hace unos años en España esas mismas actitudes estaban a la orden del día en los barrios de auténtica y escandalosa marginación de varias generaciones, lugares en donde la poli ni pasa, ni se la espera.
Hoy es habitual que la mayoría de chicos y chicas desde los 12-13 años salgan hasta las tantas, rompan la noche en sus motos sin silenciador, beban sin límite y sin conocimiento. Aquí nadie se va de casa de sus padres, faltaría más, los padres aceptan el desorden en aras de la modernidad y para que nadie los pueda insultar de antiguos, rellenan los bolsillos de sus hijos con dinero presumiendo de la libertad recién inaugurada en la estirpe familiar.
En Inglaterra me causó una fuerte impresión la distancia con que trataban el asunto. Pensé que era imposible que en un país mediterráneo la mamma pudiera soportar que sus niños andasen perdidos tan jóvenes. Como en tantas otras cosas, la España-nueva -rica, me ha sorprendido. Y no es en absoluto achacable al poder adquisitivo de las familias. Muy al contrario, esas familias jamás dispusieron de tanto. Atribuyo el cambio a una suerte de esnobismo, de los que se han creido que lo moderno es andar despendolado como los cantantes de rock. Sus hijos son como los Rolling, o como los Doors, se pueden permitir cualquier exceso sin necesidad de tener algo en la mollera. Los chicos, necesitan de emociones fuertes y las encuentran en las peleas, en las burlas, en la lucha por el dominio de una calle o de una chica o de hacer lo que les venga en gana en clase y en sus casas.
Es muy triste que de las bandas anglosajonas salgan de vez en cuando algunas guitarras ácidas alucinantes y de las bandas de por aquí lo más que sale sea el repiqueteo del aserejé.
C´est la difference!
Es el suyo un comentario para reflexionar largamente, Eulalia
m-P
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