Como bien sabéis, seguramente no más de un par de individuos, sin nada más interesante que hacer en la vida, aprovechándose cobardemente de la impunidad del anonimato, habían estado abusando de las liberales medidas de seguridad de este blog. A partir de ahora esto va a estar moderado y restringido a comentaristas registrados. Lamento si os causa alguna molestia a las gentes de bien, pero qué voy a contar que no sepáis sobre esos mutantes del submundo internáutico que han encontrado una miserable manera de acariciar su sin duda merecidamente maltratado ego lanzando infundios y calumnias escondiendo la mano y todo el resto.
Los psicólogos evolutivos se interesan por el llamado "orden del picoteo". Éste dice que una sociedad se organiza jerárquicamente y que el que está arriba tiene el privilegio de picar (como las galllinas) al que está debajo pero a él no le pica nadie. El segundo es picado por el primero pero tiene a todo el resto para martirizar. Hasta llegar al desgraciado que está en el último lugar que es picado por todos y no tiene a nadie en quién descargar la frustración.
Hasta que se inventó Internet. Ahora, sea el que sea el lugar que se ocupa en este orden, uno siempre tiene la posiblidad de molestar a aquellos a los que para nada se atrevería a irles de cara.Y no exactamente por el respeto que le infunden, sino porque con la agresión a la luz del día se enfrentarían con la Justicia.
Así de miserable es la naturaleza humana. Afortunadamente tiene su lado luminoso y ahí os situo yo a los que me habéis enviado vuestro ánimo y vuestra indignación ante esos venenosos ataques. Gracias a vosotros sigo "on the road".Ya estoy de vuelta.
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