brindando por los extraños

Controlar el nepotismo nos ha permitido avanzar, y ha sido más fácil a medida que han ido disminuyendo las familias extensas y aumentando el flujo hacia las grandes ciudades. Ningún grupo humano pudo nunca superar el número mágico de los 50 o 100 miembros hasta que se descubrieron modos de organizar las comunidades sobre la base de otros principios más allá del matrimonio, el parentesco o la descendencia. Desbaratar el poder del nepotismo a gran escala fue uno de los mayores logros de la historia de la humanidad y lo que nos permite ahora vivir en sociedades de millones de personas, donde es más corriente tener amigos que hermanos o primos hermanos. Nuestras sociedades se asientan en otras bases. Como dice Napoleón Chagnon “contamos con leyes, política, tribunales, gobiernos y otras muchas instituciones que hoy hacen por nosotros como individuos lo que antes sólo podía esperarse de un familiar. Incluso es posible presentar una querella contra un hermano, un padre o un primo, algo impensable en el pasado. Y nuestros cónyuges o ex cónyuges suelen ser causa de litigio, entre otras razones porque rara vez son parientes”.

La sociedades más atrasadas del planeta son sociedades en las que la etnia, el grupo, el clan o la familia extensa son de atención prioritaria exigible a cualquier persona que obtenga poder, sea económico o social. Blanche Dubois languidecía por confiar en "the kindness of strangers", la benevolencia del extraño, y para muchos eso es el epítome de la inocencia algo pasada de rosca. Pero no hay otro secreto en una sociedad libre, próspera y democrática.

Aunque para muchos esto sonará inconcebible, el capitalismo y el mercado libre están plenamente relacionados con la cooperación y la confianza. Me gusta recordar que a los Quakers, perseguidos en Inglaterra por su religión, se les apartó de sus profesiones siendo relegados a los negocios. Entre ellos establecieron una potente red que se basaba en la más escrupulosa honradez y palabra. Esto les hizo florencientes en las áreas que pudieron dominar. Pronto los que no pertenecián a su religión vieron las ventajas de trabajar con ellos. La banca Lloyds y Barclays fueron bancos quakers en sus orígenes.

Para el Año Nuevo nos podemos pedir una sociedad más abierta, donde la gente no sea discriminada por motivos de grupo, donde estemos más atentos a lo que nos une que a lo que nos diferencia y que un humanismo secular cada vez más generalizado nos haga más conscients de que somos la misma gente: la especie humana. Que por fin podamos confiar en cualquier parte del mundo en la benevolencia de los extraños (instituciones, policía, gobierno etc). La mejor.