En el libro de Franz de Waal “Good Natured. The Origins of Right and Wrong in Humans and Other Animals” hay una colección de fotografías conmovedoras. Una de ellas, además, a mi me llena de desazón. El texto dice así: “Ropey, una mona Rhesus, sostiene a su hija juntamente con el hijo de una hembra alfa. Quizá ese abrazo doble sirve para promover la amistad de la descendiente de esa madre con un compañero de juegos adecuado”. Cuando una madre hace eso, sostener por un rato dos monitos a la vez, siempre se trata de un hijo suyo y otro de alguna mona de mayor rango. Nunca al revés.
Creo que una de las cosas que más ha cambiado mi forma de ver el mundo en los últimos cinco años ha sido la revelación de que monos y primates crecen en una sociedad donde existen las clases y que esas se heredan. Viendo esa mona abrazando dos monitos de ojos enormes que sólo están esperando a que esa madre pesada les suelte para ir a jugar, sólo tengo que cambiar rostros y experiencias y recordar antiguas escenas de niños. Dicen que la psicología evolutiva le convierte a uno en sospechoso de sus propios motivos pasados y presentes. Para siempre.
4 comentarios:
En lugar de la hermenéutica de la sospecha, la etología de la sospecha.
Y otra cosa, a la que ud. se ha referido más de una vez: si llevamos el orden jerárquico en nuestra naturaleza, va a ser complicado eso del igualitarismo. Como está visto.
Me he quedado sin palabras; estoy impresionado.
Gotigoti dijo,
hay monos para todos.
Los mujeriegos estarán encantados de que uno de nuestros primos,el orangután de Borneo,sea promíscuo;los jeques árabes,si les gustasen estas cosas,disfrutarían sabiendo que el gorila de espalda plateada tiene un harén;los pacifístas y hippies querrán que vivamos como los pacíficos bonobobos,con los cuales compartimos el 98 por cien de nuestros genes,al decir de De Waal;
nos hará menos gracia estar relacionados con los admirados chimpances,tan amantes de las razzias contra otros grupos de congéneres.
Chimps and Chumps por Steve Sailer.
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