Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

por qué se detuvo Abraham

lunes, 5 de marzo de 2007

Una de las mayores revelaciones de mi vida fue cuando un profesor de lengua, en mi primer año (y único) de filología románica, me informó de que era el lenguaje el que creaba el pensamiento. No había ningún tipo de pensamiento previo antes que el formulado. Me quedé atónita. Fascinada. Parecía tener sentido, ¿acaso no pensamos con palabras o con signos? Luego resultó que no. Estos días estoy con eso de la gramática moral. Otra revelación, pero parece más fundamentada. Según esa idea, los sistemas morales son biológicamente humanos, tanto en su origen como en su desarrollo u objetivos; y por eso existe un conjunto de virtudes morales comunes que una persona desarrollada intelectualmente llega a reconocer. En la misma Biblia tenemos escenas como la de Abraham que duda ante un mandato divino que va contra su propia naturaleza moral. Cuando Dios le pide que mate a su hijo algo le impide hacerlo. Se lo impide su naturaleza. Es como cuando queremos expresar algo y nos viene a la cabeza una palabra que es errónea y decimos “no, no es eso lo que quiero decir”. A Abraham no se lo impedía Dios sino esa ley del animal humano que manda con todas las fuerzas proteger y cuidar la vida de los propios hijos. Sólo el fanatismo le impulsó a obedecer. Los principios morales tienen su propia clase de autonomía, independientes de cualquier ley humana o divina. También funcionan al revés. Matar es un atajo para la consecución de unos fines y puede ser muy atractivo en algún momento. Perfectamente inscrito en la naturaleza. Uno puede desobedecer la ley de la sociedad en la que vive y que le coarta hacerlo. O la de Dios, si es el caso.


*


“Condenado un joven de 19 años por violar a una niña con la que se casó por el rito gitano”
La defensa alega que “el acusado desconocía que incumplía la ley al mantener relaciones sexuales con su mujer.” Y la esposa es menor de 13 años. Si aún no hemos integrado nuestra “diversidad” de toda la vida y tenemos abogados que alegan semejantes desconocimientos, a ver qué haremos con todo lo que viene.

3 comentarios:

El Anónimo Hablador dijo...

Querida Mujer-Pez, dices: "Sólo el fanatismo le impulsó a obedecer." Y se te olvida indicar que Dios también se atuvo a la moral del animal humano, ya que un ángel le detuvo la mano homicida.

O sea, que hasta Dios es un animal humano.

Anónimo dijo...

Gotigoti dijo,
estos abogados de la diversidad nos quieren hacer tragar que la raza de una persona determina sus acciones y pensamientos. Uno estaría absuelto de cualquier responsabilidad por su herencia racial. ¿ Habrá algo más racísta que esto? ¿No era eso lo que pensaban los nazis?
Desde que empecé a escribir en su blog Mujer-pez me he especializado en recomendar links. Ahora ya me ha pasado como a esos actores que después de haber hecho unas cuantas películas de un género quedan encasillados de por vida. Bién ,si Bela Lugosi aceptó ser Drácula hasta el final de sus dias,yo seré el Recomendador.
Recomendación hodierna: uno de los mejores artículos que se pueden leer sobre el relativísmo :The Perils of Moral Tourism en el blog davidthompson.typepad.

Anónimo dijo...

creo que voy a echar a Pepepez the sleeper y le pongo piso, Gotigoti.
Gracias
M-P