Arcadi Espada en su blog de hoy ha colgado la siguiente reseña y ha sugerido que cuando hayamos determinado científicamente que la violencia política (y cualquier otra) está causada por algún imperativo genético van a quedar desnudos de cualquier contenido heroico los pretextos de un criminal.
Bien: quizá. Todas esas investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro son inquietantes. Parece que cuando decidimos hacer algo, “nuestro cerebro” hace ya un ratito que se nos ha adelantado. Vista así la cosa, más parecemos muñecos de ventriloquia que seres dotados de libre albedrío. Es una reseña que da para sacarle jugo unos días. Arcadi piensa que todo esto pone en entredicho ese libre albedrío. Que esto alterará, entre otras cosas, el tratamiento que les demos a los delincuentes. No me cabe duda. Es posible que un día todos aquellos que sean adecuadamente diagnosticados puedan ser tratados y no vuelvan a delinquir. Ya se hace ahora con algunos reos por delitos sexuales, que aceptan de buen grado alguna versión de eso que se llama demasiado dramáticamente “castración química”.
Pero de ninguna manera dejará de ser el libre albedrío una asunción básica en una sociedad que debe exigirle responsabilidades a quienes contravengan el orden establecido. Según refiere esta reseña, John Searle se muestra sorprendido de que, si no existe tal libre albedrío (él parece que contempla eso), ¿por qué tenemos esa peculiar conciencia de tomar decisiones? A mí me parece que porque la existencia en sociedad lo hace indispensable. No se puede sobrevivir, como humano, sin ello. Parece una tautología, pero no lo es. Si el libre albedrío parece, tras estas investigaciones, una fantasía útil, lo es en el mismo sentido que resulta una fantasía útil comportarse como si los objetos que nos rodean (el suelo, ese camión que se acerca, etc.) fueran sólidos, a pesar de lo que diga al respecto la física cuántica. Igual que en física hay un mundo macro y otro micro, con leyes distintas (hasta que las supercuerdas, o lo que sea, las aten), el funcionamiento micro del cerebro no es una buena guía para sus interacciones macro.
Y el que el cerebro “sepa” antes que el yo consciente qué vamos a hacer no creo que destruya esa base sólida del libre albedrío. Al fin y al cabo, ese cerebro también somos nosotros. En él está todo: las experiencias autobiográficas, las filogenéticos, las percepciones que pasaron desapercibidas cierta vez a la mente conciente, quizá ocupada en algo inmediato… Lo que sabe este cerebro no es en absoluto arbitrario o producto del azar. Lleva consigo conocimientos ancestrales y se le ha surtido de información desde la infancia. Puede rendir cuentas.
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Bernard Landry . La ignorancia o la malicia del independentista. Dice que “El problema del País Vasco es la violencia. En nuestro contexto es muy difícil entender que sigan pasando cosas tan horrendas, pero tampoco ha habido un Franco en Ottawa”. Claro, como que Eta se distinguió por actuar en época de Franco. ¡Que murió en la cama, Mr Landry!
Qué más le da: se justifican entre ellos.
6 comentarios:
'Si el libre albedrío parece, tras estas investigaciones, una fantasía útil, lo es en el mismo sentido que resulta una fantasía útil comportarse como si los objetos que nos rodean (el suelo, ese camión que se acerca, etc.) son sólidos, a pesar de lo que diga al respecto la física cuántica.'
Impecable.
Gotigoti dijo,
con este post de M-P tenemos rumia para varias travesías.
El libre albedrio tal vez no exista pero actuamos como si existiese. el IQ existe pero disimulamos como si no.
La guerra entre la ciencia y lo políticamente correcto(tabla rasa),que tuvo sus dos más recientes batallas en el asedio que sufrió Wilson a manos de Loewontin et alia,y en linchamiento a que se sometió a los autores de The Bell Curve por parte de...de...,que levante la mano quien no participó,va a ser mut interesante.
Akinokure del blog Dusk in Autumn tiene cosas que decir:Genius Germs
14 de febrero 2006.
Gotigoti dijo,
se me olvidó decir que me han gustado mucho la página de la Asociación ciudadanos de Cataluña y su abreviada conferencia sobre el laicísmo. ¿Para cuándo el resto ?
Mercutio ha señalado el pasaje esencial, del que tampoco quitaría una coma.
En chico asunto nos mete ud. ¿Qué quiere que le diga? De todos los problemas filosóficos difíciles, ése me parece el más complicado.
Dudo mucho que nunca podamos extirpar esa presunta ilusión. Somos incapaces de vernos (y de tratarnos) a nosotros mismos y a los demás de otra manera. Ud. menciona la responsabilidad, pero nuestra misma condición de agentes racionales, que toman decisiones y actúan por razones, depende del libre albedrio.
Y, con ello, el que podamos considerarnos como seres morales, capaces de dar y pedir razones por lo que hacemos o lo que nos hacen.
Quite esa viga maestra y se nos cae nuestra humanidad a pedazos, me temo.
En cuanto a Landry, la disyunción que nos plantea no es excluyente.
Aunque habiendo conocido algunos candienses, incluido algún que otro soberanista québécois, sospecho que predomina la ignorancia mezclada con el prejuicio. Malicia, poca.
Gracias por sus comentarios, Mercutio, Shelling, Goti-goti...
En cuanto pueda leo ese dusk in autumn, que tan bien pinta.
Conferencia...esto...es usted muy generoso. Era la primera vez. En cuanto me libre de los eh.., entonces..., pues..., podré colocar más texto :-)
Feliz de volver a leerles
M-P
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