Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

miércoles, 24 de enero de 2007

Fascinante. Se está estudiando la moral como un instinto parecido al del lenguaje. Es más, Marc Hauser, profesor de psicología, biología evolutiva y antropología biológica, conocido investigador sobre cognición animal y autor del libro Moral Minds: How Nature Designed Our Universal Sense of Right and Wrong, piensa que la moral tiene una gramática generativa del mismo tipo que propuso Noam Chomsky para el lenguaje y que cada día se ve más confirmada por los progresivos avances en neurociencia y psicología evolutiva. Al igual que para la lengua, la moral tendría una gramática universal, cableada en lo más profundo de la mente humana. Eso no quiere decir que coincida con ningún corpus de preceptos religiosos identificable o que esté directamente conectada con ningún sistema moral en concreto. De la misma manera en que venimos al mundo equipados con un aparato constructor de múltiples posibles lenguajes, la gramática moral nos permitiría la creación de distintos sistemas morales. Esa gramática sería un conjunto de principios o computaciones para generar juicios sobre el bien y el mal. No cabe duda de que esto, si posteriores investigaciones lo van comprobando, abriría un nuevo mundo para la comprensión de la mente humana y de los sistemas sociales que es capaz de crear. También para la constatación de cuan cercanos estamos todos los seres humanos y cuan superfluos son los intentos de separarnos en función de lengua o de preceptos morales de grupo. Destruido el mito de la weltanschauung del lenguaje, del mundo cerrado e intraducible que la sociedad donde nacemos nos trasmite, caería también la weltanschauung de la raza, de la estirpe, de los códigos de superioridad moral que nos imprime el accidente del nacimiento. Podríamos ver el fin de la infancia del nacionalismo identitario. Podríamos.


*


Maravillosa Ayaan Irsi Alí entrevistada por la Terriblas. Lástima que yo ya no pueda ser ni más lista, ni más negra, ni más joven.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días a M-P y P-P. Echen de esta casa a los propagandistas indiscriminados.

Del primer post he entendido muy poco. Está claro que debería empezar a leer algo de la ciencia.

Ayaan Hirsi Alí es siempre maravillosa. ¿Sabe si se puede ver en internet la entrevista de la Terribas? Y si se queja usted, M-P, ¿qué diremos los hombres sobre la apabullante superioridad de esas nuevas mujeres de las que habla P-P? También yo veo ese punto de excesiva perfección, esa frialdad y esa tristeza. Si a P-P le recuerda a Zadie Smith a mí me recuerda a A, no interracial pero sí rumana de España. Con una historia - muy corta aún - difícil, muy distinta y mucho menos épica que la de AHA, pero con ese mismo punto de excesiva perfección, de agobiante madurez y permanente responsabilidad que la atenazan. Las dificultades vividas, me dicen algunos amigos cuando les hablo de ella. Sí, pero no es suficiente. Ante la hostilidad otras se suben a la moto del primer machito español que pasa.

Anónimo dijo...

Voy a probar de encontrarla. Pero soy algo torpe. Vamos, bastante torpe.
Y, sí, todas las "nuevas mujeres" no son como estas de las que hablamos. va a haber categorías como siempre :-)

Anónimo dijo...

Sin duda, sin duda. Pero creo que con lo de nueva mujer P-P se refiere a las características de la mujer actual de la más estimable categoría.

Anónimo dijo...

Por cierto. Kapus ha muerto en todos los periódicos de una grave enfermedad. Tan grave que lo mató.

Anónimo dijo...

La "mujer nueva", muy interesante, espero que también se conceda que se pueda alcanzar una cierta lucidez, aunque se sea blanca, de Segovia, y ya por los cuarenta y algo...

Anónimo dijo...

Es natural que Ayaan refleje cierta frialdad y tristeza. Yo también estaría triste si me hubieran amputado el clítoris entre otras cosas (en caso de haberlo tenido, claro).

Anónimo dijo...

A ver, a ver:

"Eso no quiere decir que coincida con ningún corpus de preceptos religiosos identificable o que esté directamente conectada con ningún sistema moral en concreto. De la misma manera en que venimos al mundo equipados con un aparato constructor de múltiples posibles lenguajes, la gramática moral nos permitiría la creación de distintos sistemas morales". Vale.

Suponiendo que esto sea así, cómo demonios construye su moral concreta un grupo de población concreto. Supongo que basándose en unos preceptos religiosos concretos o en unas creencias determinadas. No lo veo yo claro: ¿no serán los preceptos religiosos o las creencias las que dan forma a la moral?
Por otra parte, ese párrafo que he seleccionado desmiente lo que dice en el último del texto: "También para la constatación de cuan cercanos estamos todos los seres humanos y cuan superfluos son los intentos de separarnos en función de lengua o de preceptos morales de grupo". O cuán diferentes somos. No sé. No acabo de ver esto.

Anónimo dijo...

'Esa gramática sería un conjunto de principios o computaciones para generar juicios sobre el bien y el mal.'

¿Y? ¿Dónde está la novedad? Muy bien, todos los grupos humanos comparten idéntico hardware y difieren en el software. Ya hace mucho dejó escrito Levi-Strauss que 'todos los hombres pensamos igual, sólo que no pensamos lo mismo'. Ahora Hauser extiende ese Mínimo Cableado Común al ámbito de la moral. Pero lo que sigue contando es que los juicios sobre el bien y el mal difieren notoriamente entre las diversas sociedades. ¿De qué sirve postular un sustrato computacional común entre los morioris y los maoríes, por poner dos ejemplos antitéticos que mujer-pez conoce sobradamente? Los primeros eran pacifistas patológicos y por eso no les duraron ni medio asalto a los belicosos segundos. ¿Sus respectivas morales compartían una misma 'gramática'? Vale, concedido. Pero ¿qué aporta realmente ese dato? ¿Qué nos enseña? ¿Que los sistemas morales son, en última instancia, tan contingentes como los calendarios o los sistemas de parentesco? Sigo sin ver lo revolucionario de la tesis. O el resumen de mujer-pez se ha quedado un poco corto, o el señor Marc Hauser no parece descubrir una pólvora muy útil.
Muchas gracias en cualquier caso por abrir debates tan interesantes.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Tengo las mismas dudas que incorrecto. Pareciera evidente que los seres humanos tenemos necesidad de "moral" porque en todos los grupos humanos existe. En todos se puede constatar que se aprecia la solidaridad. Tal vez la diferencia impuesta por la nurture esté en el punto en el que establecemos los límites de nuestra solidaridad. Todos lo hacemos y eso también creo que es instintivo.
En primer lugar tenemos una moral que se limita a los componentes de nuestra familia. En otro punto, más alejado, ponemos el límite de nuestra solidaridad respecto a los vecinos de nuestra ciudad, otra en relación a los habitantes del país, y otra respecto a los seres humanos de todo el mundo.
Nadie puede negar que por instinto optamos siempre por los nuestros, priorizamos nuestra familia, nuestros hijos por sobre todo. ¿En qué punto se extingue esa moral? ¿En qué punto ya no hay solidaridad sino crueldad y aprovechamiento?
Cuando en Ruanda los hutus masacraron a los tutsis, o los nazis a los judíos se comprueba que hay quienes ponen los límites muy cerca, ahí mismo. En los momentos de crisis se evidencia un achicamiento de esos círculos de afinidad.
En circunstancias favorables llegan a ser inmensos: hace varios años le conté a mujer-pez que un día estuve a punto de matar una araña que había hecho su nido bajo una escalera de mi casa. Mi mujer me detuvo: ¡Es tan linda!, dijo.
Ella no puede ver un gatito abandonado que no socorra. Y en el otro extremo vemos que hay quienes asesinan a sus padres y hermanos para heredarlos.
Es evidente que si la moral es instintiva participa, como todo, de la nature y la nurture.
Tenemos el lenguaje por instinto pero hablamos el idioma impuesto por nuestra sociedad.
Podemos tener una moral que trascienda las especies por lo que hay gente, como mi mujer, que aboga por la vida hasta de las arañas. Y hay otros que tienen acotada la moral a los límites de su propio cuerpo y solamente se quieren a sí mismos.
Bueno. Es que estamos hablando de moral, algo muy similar a la solidaridad y al amor.

Anónimo dijo...

¿Puede alguien aportar algo de bibliografía sobre el tema? Es español, si es posible y existe...
Gracias.

Anónimo dijo...

Mujer-pez:
Muchas gracias por tu trabajo, que es magnífico.

Anónimo dijo...

"La mujer nueva":

Nuestro ídolo Pepe-Pez se las sabe todas.

Anónimo dijo...

Sobre Marc Hauser no tengo idea que exista algo en español. Yo estoy justo ahora ojeando el libro que cito, cuyos detalles pueden encontrar tecleando Amazon. El ¿para qué sirve? puedo intuirlo, pero en todo caso me esperaré a avanzar algo más en la lectura. Pero, si los experimientos van confirmando esta hipótesis sobre la grámtica moral los autores podráin responder como Einstein ¿para qué sirve un niño recién nacido?
He encontrado este enlace que está muy bien. Pero en inglés. Me temo que estas cuestiones no arrasan en España.
http://www.americanscientist.org/template/InterviewTypeDetail/assetid/52880;jsessionid=aaa5LVFO

Anónimo dijo...

Sobre Marc Hauser no tendrá idea pero de Gaspar Hauser hizo una película Werner Herzog.De dicho personaje poseo un libro de la AEN en el cual Feuerbach, -su autor-, desarrolla la tésis de la necesidad de que el individuo se desarrolle en algún tipo de comunidad para que aparezca lo que denominamos "Moral" en el ser humano.


Abate Marchena

Anónimo dijo...

Pececita, salga de la bañera y aclárenos nuestras dudas. Aunque sea tapada con una toalla que gentilmente le proporcione pepe-pez...

Anónimo dijo...

Disculpe, Incorrecto: no pude responderel. Cuando vuelva a salir el tema, le digo mi opinion.
Teresa