"El sentimiento de excepcionalidad que mantienen las religiones -como beneficiarias de un derecho de trato de favor que las diferencia de otras creaciones imaginarias, literarias o sociales, y humanas- no está basado en nada que una persona externa a la religión pueda aceptar. Si para un creyente se abre una diferencia sacralizante entre su religión y los otros sistemas de representación, visiones del mundo o ideologías, para el no-creyente esta diferencia no puede valer como fuente de deberes especiales. Ningún argumento, salvo el argumento de autoridad -que todo espíritu debe rechazar a riesgo de renunciar a sí mismo-, permite justificar esa protección especial concedida al poder de la religión."
Traducción de la memorable conferencia que impartió el filósofo Robert Redeker en el marco del curso de verano en la universidad Rey Juan Carlos en Aranjuez en el 2008.
1 comentario:
No añado nada más que AMÉN.
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