Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

Padre padrone

martes, 14 de octubre de 2008

"Juro por mis hijos, que se me mueran los tres, que yo no tengo ninguna sociedad en Miami".

4 comentarios:

Abate Marchena dijo...

No se sabe cual de los tres es más gansteril.
Y digo los tres porque el Alfonso Rojo se hizo famoso cuando lo de Yugoslavia.

Era un ultra-belicista-anticomunista cuyo deseo hubiese sido entrar en Belgrado conduciendo un tanque con la OTAN.
Teresa: Titulas tu escrito con el nombre de una de las películas más dignas de la historia del cine italiano.
Los hermanos Taviani no se merecen lo que tú has hecho con su película.

Apostata dijo...

Lo tengo dicho desde hace más de veinte años: me encanta el fútbol pero cualquier día me quito el vicio.

Y no es porque me parezca una frivolidad que por un solo tipo en calzoncillos se manejen cifras similares a las de algunas partidas de los Presupuestos Generales del Estado. Fijese usted, doña Teresa, que el Madrid llegó a ofrecer 156 millones de Euros por Cristiano Ronaldo, cifra que supera más de 16 veces la polémica dotación de la Casa Real, que este año será de 8,9 millones de Euros. O que los más de 650 millones de euros que suman los presupuestos de Real Madrid y Barcelona para la presente temporada superan el 20% del total presupuestado en educación para todo el Estado, ¡espeluznante!

Pero no, no es eso. Tampoco es que me joda, hablando bien, el agravio comparativo de que al tiempo que centenares de “seres humanos ilegales” se ahogan anónimamente en nuestras aguas territoriales, el aeropuerto del Prat o el de Barajas se llene cada dos por tres de periodistas y de memos para recibir inmigrantes de lujo, que a los dos días son españolísimos hasta las cachas, merced a una tía abuela por parte de primo que emigró presuntamente a sus países de origen cuando la última plaga de la pelagra. Que da prurito, doña Teresa, ver a esos morenazos de metro noventa y cargados de músculos hasta las cejas, haciéndose pasar por asturianos de pura cepa para no acabar ocupando plaza de extranjero.

Pero tampoco, que no, que no es eso. Ni es lo otro de que las fuerzas de seguridad del estado se comprometan masivamente cada fin de semana y cada miércoles, y cada jueves, o cada martes, en proteger un negocio privado, del que se lucran numerosas sociedades anónimas y deportivas dirigidas por insignes prohombres de nuestro más honesto empresariado. ¡Faltaría más! Pa eso estamos. Y si hace falta vacíar periódicamente las calles de policía para evitar que unos taraos se anden abriendo la cabeza a todas horas por argumentos tan cruciales como un fuera de juego, pues se vacían y santas pascuas. Qué está en la ley de espectáculos públicos, doña Teresa, y que si fuese menester mandar 600 geos al Teatro Real para que el público no linchase a un tenor por rajarse en mitad del Nesum Dorma, pues también se mandarían. ¿Qué no?

¡Pero es qué no! ¡Qué no va por ahí la cosa! Que yo la gilipollez del mundo en que vivimos la tengo muy asumida. Qué ya sabemos aquello de que dinero no habrá, pero lo que es “pa tontás”, a espuertas. Lo qué me pasa, doña Teresa, a ver si usted me comprende, es que estoy hasta las narices de convivir con iletrados que no se han acabado un libro en toda su vida. ¡Qué digo un libro! ¡Ni una esquela se han leído estos mequetrefes! Gente que no ha salido de su pueblo, ni sabe media palabra de Historia, ni ha comprado más prensa que el Marca o el Mundo Deportivo. Y eso porque vienen con mucha foto, y mucho dibujito, y mucha letra gorda diciendo cosas como “¡EN EL PUNTO DE MIRA!”, “¡¡FICHADO!!” “¡¡¡FIESTA ROJIBLANCA!!!”, “¡¡¡¡APOTEOSIS AZULGRANA!!!” “¡¡¡¡¡ESTA SEMANA EL PRIMER CUPÓN PARA LA SANDWICHERA MERENGUE!!!!!… y lindezas por el estilo, que deben de encerrar tanta sustancia en si mismas que hacen ya ociosa la lectura de cualquier artículo.

Y sucede que cuando uno trata de hablar con estos analfabetos funcionales, se da de morros con una agresividad política e “ideológica” que no se les sospechaba a tenor de su escasa cultura. Y, según el caso, le dicen a uno que los españoles son unos fachas sinvergüenzas, o le mientan la madre a media Cataluña. Y es entonces, doña Teresa, que, como a uno le suena la música y trata de ubicarse en medio de la vorágine de su discurso, pregunta si han alcanzado esas posiciones tan extremas basándose en el afrancesamietno de Pau Clarís, en la imposición de los decretos de Nueva Planta, en las Bases de Manresa, en el Federalismo de Stanislao Figueres, en el colaboracionismo del Somatén con la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, en la Batalla del Ebro, ¡en el Aznarato, si quiera! Pero nada doña Teresa, que les hablas en chino a estas gentes si les nombras estas cosas, porque no tienen ni pajolera idea de lo que ha venido pasado en su propia tierra. Y es entonces cuando te enteras con tristeza que sus inmoderadas fobias políticas y geográficas están avaladas por lo del fraude de Di Stefano, el robo de Guruceta, la vergüenza del Tenerife, la traición de Figo, las butifarras de Etó…

¡Ay doña Teresa! Qué charlatán ando esta madrugada. Pero es que lo tengo dicho hace mucho tiempo, que cualquier día me quitó de fútbol por estas sandeces, y me entrego de una vez al julepe, que se juega de pocas perras, y nadie le levanta la mano a uno si no es pa señalarle un arrastre.

Qué usted me duerma bien, ángel mío.

Mujer-Pez dijo...

Apóstata:está usted sembrado de madrugada. Yo, que no tengo idea de fútbol, me he quedado de piedra con algunos de sus datos.

un saludo afectuoso

Mujer-Pez dijo...

abate: ¿que yo he destrozado qué? Anda que no es usted dramático. Pues yo le veo mucha relación: ese padre aparentemente dueño de sus hijos...Me sorprendió sobremanera. Pensaba que eran expresiones d eotras épocas.