Se presentó en Tarragona esa estupenda iniciativa que es SCC. Estábamos en un aula que se llenó. Fuerte sentimiento de "déjà vu". Ciutadans de Cataluña 8 años después. Si no fuera porque existen de aquello dos partidos a los que por fin podemos votar, se diría que no hemos avanzado mucho. No diré que estábamos "los de siempre". Sé que había nuevas incorporaciones, y que "significarse" es difícil. Imagino que están esperando a verse delante del precipicio para reaccionar. Esta sociedad es así. Magnífica participación, la del empresario Pablo Tejedor, lúcido y convincente.
Es SCC un grupo plural, como lo es la sociedad, catalana o no. Conmovedor como los socialistas como Joaquim Coll, vicepresidente de la asociación, tratan de salvar lo insalvable diciendo que ellos no están trabajando "contra la celebración del Referéndum" sino para convencer a la gente de que no se celebre. Pequeña vela al diablo, a fe mía. Sin contar con su patética apelación a que "la izquierda no puede ser nacionalista". Seguro: los males en general son patrimonio de la derecha. Que alguien le diga por favor que los más activos a favor de la independencia pasando incluso por una marea de cadáveres han sido siempre partidos de izquierdas en España. Es la izquierda quien ha sostenido principalmente al nacionalismo, por activa o por pasiva.
Incidiendo en esta falta de percepción de realidad y de la necesidad vital y absoluta de trasmitir el mensaje de que, a pesar de todo, hay dos bandos, el cierre del anfitrión, el profesor de la Universidad Rovira i Virgili, Alberto Reig, traicionó cierto apretón en la parte más baja de la espalda al decir que estar en contra de la independencia corresponde a la razón y la ilustración, que todo el mundo sabe fue inventada por los suyos. Vamos, como que dijo que prefería la Cataluña de Ferrer i Guàrdia a la Torres i Bages. Al parecer, sigue habiendo dos opciones sin nada por el medio. Como hace casi 100 años. Yo no sabría qué elegir, la verdad. Entre independencia, Ferrer i Guàrdia o Torres i Bages optaría por el exilio, sin duda. Lamentablemente, entre mitos anda siempre el juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario