Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales, en tiempos de escasez,
cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel
y significado cósmico o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor,
los hábitos de pensamiento familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea. Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).
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martes, 6 de mayo de 2014
Amigos como Tyron el Gnomo, hace días que este sistema no me permite acceder a comentarios.Hasta que lo solucione, que lo sepáis y que mi correo es mujerpez@gmail.com. Saludos y muchas gracias. Teresa
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