Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

abriendo el camino al mundo mejor

lunes, 3 de septiembre de 2012



Upyd ha solicitado a la subdelegación del gobierno de Cataluña que impugne los acuerdos de los ayuntamientos de Gerona y de Figueras por los que se decidió el flete de unos trenes para llevar, heroicas pero confortables,  a las masas participadoras del nuevo sarao patriótico/reivindicativo que tendrá lugar este sacro día 11 de septiembre. La idea es oponerse, aunque sea modesta y fatigosamente, a la práctica generalizada por parte de las administraciones de desviar recursos económicos y humanos para facilitar circos estrafalarios por aquello de que “el pueblo lo pide”. Parte del pueblo, claro. Y siempre casualmente coincidente con nebulosas (o no tanto) afinidades ideológicas o directamente por interés, sea montar chiringuitos con cuñados o cultivar votantes dudosos. Esas primeras, las nebulosas, me han venido a la mente cuando he leído que la Consejería de Presidencia e Igualdad de la Junta de Andalucía nutre de fondos a un llamado Albergue Inturjoven Sevilla   que se dispone, con alegría y salero, a celebrar un encuentro de astrólogos, conspiranoicos, sanadores espirituales y otros taumaturgos  que se celebrará en Sevilla el 22 y 23 de septiembre. Hay que tener “apertura mental” para hacer eso. Vamos, tener un agujero en la cabeza de dos pares de narices. Si les digo que van a invitar, entre los taumaturgos, y sin llamarse Gregorio sino Juan Manuel, a la fulgurante estrella del fantacuento comunista, al mismísimo  Sánchez Gordillo me van a entender. Sí, el de Marinaleda y todo eso.

Desde la meseta, los “madriles”, o las tertulias de Intereconomía, parece haber cuajado la idea de que el catalán es raro, exaltado, influenciable y con tendencia a pensar que hay un complot (de momento, español. Si siguen tocando las narices ciertas publicaciones, lo va a extender hasta donde haga falta) contra él para arrebatarle poco menos que su alma. ¡Pues mira que esos! Yo digo que no, que todos tenemos el botoncito de la locura. Sólo hay que saber buscarlo. No lo digo por defender a los míos, sólo por avisarles. Y cuando se le encuentra el rédito político, es irresistible.

La superstición, la ignorancia, el fanatismo o la alienación están ahí esperando quien lo active. Pero no vamos a pagarlo con el dinero público. Hay que tratar de impedirlo. No es tan difícil. Muchas veces basta con exigir que se cumpla la Ley.

2 comentarios:

Juan Poz dijo...

¿Y no hubiera sido más efectiva una denuncia oficial por malversación de fondos publicos? La subdelegación del Gobierno no pasa de ser otro más de esos "floreros" del entramado político que no sirven más que para malgastar fondos públicos. Cuando se acepta que las autonomías "son" el Estado, ¿qué diablos pinta esa "policía política" estética?

Mujer-Pez dijo...

La subdelegación del gobierno....No me hables que es una vergüenza....