Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

Lo que nos une, ¿verdad?

miércoles, 20 de junio de 2012



"¿La democracia decide mejor?", le preguntan al premio Nobel Daniel Kahneman. Y contesta:

" Sólo si logra instituciones estables que persigan fines deseables a largo plazo. Por eso la democracia funciona mejor en sociedades cohesionadas y con valores comunes."

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