Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

mujerpez: el retorno

martes, 15 de junio de 2010

Se puede titular así. He estado más de un mes fuera de combate. Tengo acabados dos libros y ahora toca convencer a alguien para que los publique. Supongo que será fácil porque son estupendos :-)

1 comentario:

El Abuelo dijo...

Venga, Teresa, anímate y envíame una copia digital a mi cuenta de correo e-.