Uri, Uri, por favor Uri!
Pero Uri no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. Sentado con las piernas colgando de la mesa del estrado y mirando la que tenía liada no se quería perder para nada del mundo sus largos cuartos de hora de gloria. Al fin y al cabo se había matriculado para cumplir sus expectativas sobre la vida universitaria, que no académica o curricular. Es decir, pasárselo de la hostia. Y el matonismo político era un campo de lo más satisfactorio como estaba comprobando.
El que le estaba suplicando era otro jovencito independentista pero de la facción que creía que lo que estaba haciendo era algo así como seguirles el juego a los fascistas. También le había implorado en el mismo sentido unos momentos antes todo un decano de la Autónoma, el Sr. Salvador Cardús, diciéndole: no seas ingenuo, Uri.
¿Ingenuo? De ingenuo nada. Un pequeño cabrón más bien. Un tipo cuyo rebaño impide que un político se pueda expresar en un marco público y de todos los catalanes no es un ingenuo. No hacía ni dos segundos que le había dicho a un ciudadano que protestaba porque había ido a escuchar a la conferenciante y no se le había permitido que se fuera de la facultad y de Cataluña. Cuando el pobre hombre le respondió que porque se tenía que ir él le contestó con todo el morro que “porque estaba en minoría”.
Ahora, estos son los cuervos que han alimentado todos los Cardús de dentro y fuera de la universidad. Tú ves llamándole ingenuo y subvencionándole. No puedo dejar de alegrarme de que acabara lleno de pintura. Al poco de haberle hablado con tal mimo al Uri ya estaba dando el acto por perdido y de paso su autoridad como responsable máximo de su decanato. Interpretando más o menos sus palabras (yo estaba a su lado), la alternativa era violenta y ni se planteaba.
Unas niñas del público subidas a las sillas se habían puesto una máscara blanca con la boca tapada con un esparadrapo con la bandera española. Ya sé que es muy rebuscado, pero parece que lo que querían transmitir era que, aunque estaban impidiendo el derecho de expresión de Rosa Díez y de quienes habían ido a escucharla, las reprimidas eran ellas. Porque si bien el independentismo es el establishment (ERC es parte del gobierno) y sus compañeros tienen acojonadas a las autoridades académicas y a el resto de los estudiantes, ni locas piensan renunciar a las mieles de la opresión, que es tan guay.
Un señor muy amable que he conocido en medio de la pelea, Joan Botella, catedrático del Departamento de Ciencia Política y Derecho Público de la UAB, me ha explicado que él mismo propuso la expulsión de dos a once años de un número importante de esta clase de alumnos. ¿Resultado? “Los habían perdonado”.
Al final pareció que nos la tendríamos que envainar y que Rosa Díez se iría sin hablar. Pero que sepan los que se alegraban diciendo que era “un triunfo del pueblo catalán” que no se hubiera envainado UPyD, por desgracia se la hubiera envainado Cataluña, esta entidad supranatural de la que se creen los únicos médiums.
10 comentarios:
Ayer Rosa Díez intentó dar una conferencia en la UAB. La noticia debería de ser que lo consiguió. Y ello fue posible gracias a la determinación de quienes piensan que el fascismo no puede gobernar territorios al margen de la ley. Los ¿estudiantes? intolerantes pretendieron impedir el uso de la palabra y de la razón -o de la propaganda, tanto da, si así se quiere, pero en cualquier caso legítima- para transmitir e intercambiar ideas. No es la primera vez que una minoría de ¿estudiantes? -¿en la universidad aprenden estas camadas negras nacionalistas que hay que luchar con la violencia contra las ideas, en vez de con ideas?- de Cataluña creen que su griterío y su violencia es la ley, y que son ellos quienes decretan quién entra, quién sale, quién habla y quién calla. Los ideólogos de la raza y de la soberanía estarán contentos: ahí están los cachorros dispuestos a todo, como en los viejos tiempos, dispuestos a su particular guarcivilesco "todo por la patria" -huy, perdón, Patria con mayúscula, claro, con mucha mayúscula, como un testículo subido a lo alto del asta...
Supongo -porque los tópicos tienen eso: se cumplen inexotablemente- que entre quienes desquiciados por la violencia estaban dispuestos a ahogar a Rosa Díez para que no pudiera construir sus razones, su discurso, habría no pocos enemigos de la Fiesta Nacional y de la violencia que se ejerce contra los toros... Lo peor del nacionalismo catalán es que es mellizo del nacionalismo español troglodita. Las camadas negras se entienden, todas ellas, a la perfección: rezan en el mismo idioma: la intolerancia, la exclusión, la violencia, la arrogancia, la ignorancia, la cerrilidad,etc.
Dudo mucho que el Uri provoque miedo y mucho menos autoridad, sobre todo si algún día se le ocurriese (aunque se duda), pedir una plaza en Harvard o Cambridge.
Mejor que no soliciten estudiar en universidades serias (el Uri y sus amigos digo), porque además de pertenecer a la cola de Europa en educación, probablemente en Gran Bretaña no los dejaran ni cruzar la puerta del hall.
Realmente nuestro sistema universitario adolece de los criterios mínimos que deberían existir a la hora de selccionar qué alumnos llenan sus aulas; de ahí los tristes resultados en educación.
El pobre Uri probablemente acabará con un justo 5 de media, (aquí no suspende nadie), y de las filas universitarias pasará a cobrar el sueldo del "partit", llegado ya como un héroe estudiantil que abuchea toda opción diferente a las suya, bueno, a la que le han dicho que debe tener.
Esta es también nuestra Cataluña donde ni se plantea el modelo de respeto universitario (diálogo, debate, conocimientos, decencia y educación) que debería imperar en esa Europa del Bolonia.
Aquí seguro que el Uri se hace un hombre. Tiempo al tiempo, hasta un quizá honorable diputado en unos añitos; cuando el cachorro ya entrenado nos hable a todos de respeto a las minorías dándonos una lección de saber hacer.
Cardús se ha dedicado desde el espacio facilitado por medios como CatRadio, el Avui y TV3 a cultivar el odio. La cosecha ha sido fructífera y le ha estallado el TITANLUX en plena cara. Como dice Teresa: yo también me alegro-moderato-cantabile.
Hola Teresa,
No vaig poder assistir a l'acte. M'hagués agradat insultar a la xusma: els ateus vivim a base de petits plaers inconfessables.
He obert el blog, per cert.
Aleix
Alguien debería explicarles a esos niñatos que impedir hablar a alguien está al alcance de cualquier energúmeno sin escolarizar. No hace tirar el dinero en una matrícula universitaria. Acabado de leer en el blog de Santiago González, escrito por Alatriste: "antes de impedir las corridas de toros en las plazas deberían impedir los cabestros en las universidades".
Tan lamentable es que se boicotee a Rosa Diez en la UAB como a Ibarretxe la semana anterior. Incluso me atrevería a decir que es más digno defender el derecho de hablar de quien no se está para nada de acuerdo.
Y lamentable es también alegrarse por el hecho que alguien, alguien que salió en defensa de Rosa Diez y salió escaldado, sea aquí menospreciado, con el indemostradísimo pretexto de que crió cuervos. Si tiene pruebas empíricas de ello, expongalas. Si no, mucho me temo que no es más que intoxicación. Sí sí, Ud también intoxica.
Después del tour de force radiofónico Espada/Otero yo, además de reír, flipo y levito.
Lamento enormemente los altercados de la UAB (ya he expresado mi deseo de que mis hijos no pongan los pies, y mucho menos la cabeza, en las universidades locales). En cualquier caso -una cosa no tiene nada que ver con la otra- considero lógica la crítica de Otero a la utilización desafortunada por Díez del término "gallego".
Para resumir: no entiendo ni al Sr. Espada, ni a la Sra. Díez ni, por descontado, a los alborotadores. Y, ya puestos, tampoco entiendo que la administración no ponga en marcha los dispositivos que permitan y garanticen que un acto público pueda desarrollarse con normalidad.
Ante este panorama desolador, no veo yo a quién puedo votar en las próximas elecciones, salvo al Pato Donald.
A esta pandilla se le estan complicando estraordinariamente las cosas. Llevan decadas reventando conferencias, pero se les esta acabando el cuento, y lo saben.
Ahora sus matonerias las ve todo el mundo a la media hora. Lo que lleva a esa TV de la Alemania del Este que es TV3 a optar por hacerse eco de la cosa, lo que no hubiese sucedido ni de conya hace 10 anyos. Y a personajes como Cardus, a cambiar de estrategia y dejar de mirar para otro lado, cuando sus companeritos alevines ideologicos se ponen a patalear y a chillar.
Si, se les esta acabando el cuento. La gente esta ya harta de su simpatico nacionalismo totalitario.
Muy buen post.
Como novato, siempre estoy buscando en línea para los artículos que me puede ayudar. Gracias Wow! ¡Gracias! Siempre quise escribir en mi sitio algo así. ¿Puedo tomar parte de tu post en mi blog?
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