He recibido un correo de una amiga y, como me parece muy representativo del sinfín de cuitas a las que nos exponen las políticas lingüísticas de la era Atomizante (era la que seguía a la Atómica, por lo que se ve), la reproduzco aquí con su permiso.
“Gracias por tu aviso de que te reintegras a la vida bloguera. Yo estoy consumida por el requisito lingüístico y el certificat de capacitació. He decidido opositar a magisterio el próximo verano antes de que cambien el tipo de selección (con esto de los planes de Bolonia cambiarán las oposiciones docentes el 2011).
Pueden pasar varias cosas:
• que no me lo saque, con lo que no podré opositar,
• que me saque el nivell 2 o mitjà y entonces puedo opositar, pero quedo condenada a pedir plaza solo en las comarcas castellanohablantes,
• que me saque el nivell 2 o mitjà y además el curs específic A y entonces podré pedir plaza en todo el territorio valenciano.
Esto es como las cortes celestiales de ángeles, querubines, arcángeles y serafines que rodean a Yavé. A más pureza, más cerca de la gloria.
No te voy a explicar lo dels nivells, els cursos específics, les capacitacions i les qualificacions múltiples i diverses porque te volverías loca.
Bueno, como voy a por todas, me he contratado un profesor particular. Es traductor de les nostres Corts Valencianes. Pobre home. Está tan atacado como yo. Porque el proceloso mundo de la Filologia Valenciana acaba con el equilibrio mental de cualquiera. Aquí se permiten o prohíben palabras cada dos por tres. O conjugaciones. Mi profesor llega aquí, a mi casa, con un maletín, y empieza a sacar diccionarios y gramáticas. Porque la solución a los ejercicios de los libros de texto pueden ser varias, según las editoriales.
Yo ya he alcanzado a comprender cuáles son las directrices lingüísticas que quieren nuestros filólogos oficiales, el núcleo de lo que ha de ser este valenciano/catalán nuestro. Una lengua arreglá pero informal, como aquella canción de Martirio (“con mi chándal y mis tacones, arreglá pero informal”). Arreglá, porque ha de estar normativizada dentro del sistema lingüístico catalán, pero informal, porque ha de conservar la carga dialectal que le otorga sus matices propios y la distingue de la casa madre del norte. Parece que ese es nuestro sendero luminoso. A mi me da igual, pero por favor, que se aclaren definitivamente.
Bueno, y luego tenemos nuestra producción literaria. Que fa llàstima. Novelistas como Ferran Torrent o Josep Lozano, autores de libros cuyas tramas se resumen en puterío y politiqueo, con toque fallero.
Siento envidia de la literatura en catalán de autores catalanes, de verdad. Cansada de leer chorradas autóctonas me compré un libro titulado La revolució cívica, de Domènec Guansé, que era de Tarragona (¿tú eres de Tarragona?). Qué gustazo lingüístico, de verdad. Qué bien escribía. Aunque el catalán central-oriental se me hace algo duro, todo lo perdono si es a cambio de una prosa tan cuidada. Se trata de un recopilatorio de artículos escritos durante la guerra civil. Ideológicamente este señor estaba en un nacionalismo de izquierdas, en el que la verdad, me ha sorprendido ver en proceso de incubación todos los huevos de serpiente que posteriormente se abrieron. Escribía muy bien, pero ideológicamente a veces da miedo. Como cuando expresa su disgusto por la gran cantidad de refugiados “españoles” que están llegando a Cataluña a causa del avance de las tropas franquistas y que desvirtuarán la raza y la lengua catalanas. O cuando, en otro artículo, expresa la idea de que la indiferencia del Estado español ha impedido el desarrollo de les possibilitats il•limitades de la intel•ligència catalana. No te lo pierdas: las posibilidades ilimitadas de la inteligencia catalana. Yo creo que a Arcadi Espada le encantaría el concepto. La inteligencia, ¿puede ser catalana, navarra o colombiana? Y para acabar con Guansé, un pequeño párrafo de otro de los artículos del recopilatorio:
L´escena és en una andana del Metro. Entre la gernació llisca un noiet de cap enorme i coll esprimatxat. Negre, més que del sol, de brutícia, en el seu rostre precoçment envellit, plé d´estigmes, només els ulls, amb lluïssors intel•ligents, el diferencien d´un simi. Producte evident d´una miseria ancestral, del fons de quines Hurdes españoles deu haver vingut a les nostres resplendents claredats mediterrànies?...
El artículo se titula La rosa i el monstre, el monstruo es el pobre muchacho refugiado descrito en las líneas de arriba.
Yo también participaría en una consulta popular para separarme de esos seres medio simios, que además impiden las posibilidades ilimitadas de la inteligencia catalana.
Bueno, hacía tiempo que no te escribía, pero creo que con esta epístola he aliviado la sequía."
1 comentario:
Prólogo ad hominem reprobable: Pues yo he visto al Oriol Junqueras celebrando el éxito arenysmuntiano y no me cuadra con lo de la "posibilidad ilimitada de la inteligencia catalana", antes bien da todita la impresión de ser el eslabón perdido hacia las cavernas, el buen hombre. Y no digamos ya el florido discursear del señor Tardà, o su antiguo compañero de escoña (sic,con paradiña tras el verbo ser...).
El racismo siempre ha tenido eso, y el nacionalismo lo es por definición, racista.
Suerte que son pocos y mal avenidos a la hora de buscar y conseguir los votos.
En cuanto a las lecturas catalanas, recomiendo vivamente a la corresponsal Solitud, de Caterina Albert, y Diari, 1918 de Foix, si lo que quiere es disfrutar del català, claro está.
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