Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

"Unionista", me dices ....

lunes, 7 de enero de 2013









Hace días que no entraba en Jot Down y hoy lo he hecho. Y me alegro porque ya en noviembre vi este artículo de Cristian Campos y me quedé con ganas de responder. Siempre es muy entusiasta y apasionado. Pero este es un Cristian que no me encaja nada con la imagen que tengo de él. Y lo que me choca no es algo que se descubra, inopinado, en las profundidades del texto. No tengo que avanzar mucho para que la sorpresa se produzca. Dice así en el primer párrafo:

 Creo que no miento si digo que el unionismo ha sido incapaz de producir un solo argumento positivo que conduzca a los catalanes a arrojar sus esperanzas independentistas al más negro de los pozos del averno y abrazar con fervor Mariano a la madre patria española y ya de paso a su anciana suegra la Castilla imperial, por estricto orden de llegada.”

A ver, Cristian, ¿”unionismo”? ¿Lo de Escarlata O´Hara y todo aquello? Porque si no, es que estás haciendo lo que, en las guerras modernas, y esta lo es, dicen que no debe hacerse: utilizar el lenguaje de adversario (imagino que sigue siendo adversario…) Si tienes esa debilidad, cedes a su cosmovisión.
Aquí, entre los que no sufrimos esa infección memética recurrente, tan endémica como pueda serlo la fiebre porcina en Extremadura (es una analogía fríamente conceptual, no ofensiva. Además, el cerdo es un pariente cercano. Mío, si quieres), no hay “unionistas”. Vamos, yo no les conozco. Aquí hay un personal que disfruta de una Constitución bastante presentable que, como está mandado,  recoge bien claritas cosas elementales por si acaso. Tampoco conozco “anticesaropapistas”, o algo así, que se declaren enemigos de volver a reunir el poder del Estado y el de la Iglesia. O “proderechoalvotofemenino” que sean militantes sobre algo ya conseguido. El avance y el progreso en las sociedades modernas lleva a que, afortunadamente, se tengan asimiladas cuestiones de sentido común o de derechos humanos que ya ni se cuestionan. Ni a favor ni en contra. ¿Es usted partidario del alcantarillado urbano frente a la fosa séptica? No hay debate.

Así, una unidad de integración consolidada, pongamos un país democrático, con derechos y libertades para todos en igualdad, es mejor que no se toque. Y lo dictan también diversas Constituciones de países del resto de mundo occidental. Dirás que este es un tema abierto aún en España. Que hay una tradición ideológica en determinadas regiones y gente que la sostiene  De acuerdo. Culpa de todos. En un mundo en plena globalización, tendente por pura supervivencia a reforzar los puntos de encuentro para lograr instituciones más inclusivas que fomenten la paz, nuestros nacionalismos son rémoras de la Transición, fruto de los prejuicios y la mala conciencia post franquista. Por motivos partidistas (de todos los partidos)  y  falta de comprensión cabal del problema, no se ha actuado para contrarrestar sus obvias características disfuncionales. Es un legado utópico e inviable, sólo útil para quienes van a encontrar el medio de  explotarlo en su beneficio. El anti franquismo estuvo bien porque se oponía a una dictadura. Pero las ideas más excitantes  que se exhibían no eran las que iban a traer la paz y el progreso. Ni el nacionalismo, ni el comunismo.

Vayamos otra vez al párrafo. ¿“Argumentos positivos”, dices? Cuando te lo he leído me ha venido de inmediato a la cabeza una anécdota que parece calcada.  En un acto que organizó, después del happening masivo aquel del 11 de septiembre, Upyd Cataluña, invitamos a dos periodistas (Espada y de España) y a un independentista (Salvador Cot, director de Nació Digital). ¿Te creerás que dijo algo parecido? Que no teníamos, los que él llamó “españolistas”, otra palabra absurda,  un “relato” a la altura del independentista. Como tu sabes, el “relato” independentista es una parida que va de lo sentimental y utópico a lo directamente insolidario y mezquino, sin ahorrarnos entremedias los argumentos más insensatos y descerebrados posibles. Y el hombre nos reprochaba lo mismo que tú, que no tuviéramos una construcción de la misma magnitud entusiasmante que oponer. Tus mismos argumentos. Que con alusiones a la Ley, el sentido común, la historia, la solidaridad entre ciudadanos…no íbamos a ninguna parte. Que así la gente no trempaba, vamos.

Los argumentos de verdad no molan. Y no dejaba de tener razón. A mi me gusta citar a Eric Hoffer, el autor de “The true believer”. Ya decía él que nada mueve más a las masas que un objetivo vago e inconcreto. Y eso sí que lo dominan los independentistas. Son maestros. Vivimos en una sociedad profundamente infantilizada. El otro día oía quejarse a sus padres a una niña de 4 años porque “no se divertía”. Hasta ahora podrías haber pensado que con amor, necesidades cubiertas de sobras y bastantes juguetes disponibles ya cumplías. Pero no. Ahora hay que “divertirla”, que sola no puede. Y no se refería a que dibujasen con ella y cosas educativas así. Un poco más mayores, y te dirán que necesitan utopías divertidas que les permitan tocar las narices “a los malos” a coste cero.
Mira, Cristian, distráelos tú. Si crees que hay que vender ilusiones y “relatos”, escríbelos tú, que tienes tanta imaginación. Aquí los “unionistas” somos escépticos. Y es que vas a tener problemas. Porque el reverso del relato independentisa, o es el Cid y Castilla (eso que nos atribuyes como si fuéramos guerrilleros de Cristo Rey), o cosas que los niños que necesitan que les diviertan no van a saber apreciar. Es inútil. Se han de hacer mayores.

Lo  de la “ externalidad de red” tiene su ingenio, no digo que no. Pero, vamos, ya sabes, seguro que sabes que un país es más que esto. Si fuera sólo esto no andaría Pedro Morenés lanzando indirectas (“a alguien aquí le va a pasar algo si no…¡Y no me gusta señalaaaaaar!”), y, Nuria, el hada madrina del Parlament, dando saltitos escocidos y que brutos son los chicos. Tampoco me diría un amigo vasco, como pidiendo perdón, dolido y mortificado, que ya no ha comprado cava estas Navidades. En fin, lo de la “trama de afectos” que tanto le gusta a Él (y a mí).

Recomiendas  un libro. “Por qué fracasan los países”, de Daron Acemoglu y James A. Robinson. Buena sugerencia. Para mi tiene un tufo excesivo a aquello de “post hoc, ergo propter hoc, pero es muy instructivo. Eso sí, mucho mejor “The Origins of political power, de Fukuyama.
 Acemouglu et al.  analizan los motivos de la decadencia española, entre otros países . Vaya concatenación de malos pasos vistos desde aquí. Pero, ¿y qué? ¿Qué tiene que añadir de positivo a la discusión? ¿Qué nos ilumina sobre el conflicto del que hablamos? ¿Acaso Acemouglu hace alguna distinción entre Cataluña y España? Cataluña, una parte de la Corona de Aragón. Fin. “España es el segundo país del mundo en el que más se roba”, dices. Habrá que revisar eso. Pero imagino que no excluirás del conjunto a esa “periferia burguesa marítima de cultura comercial”. Estoy segura que Acemouglu vería en las 400 familias catalanas que descubrieron hace 30 años que la administración da más pasta que seguir dándole al textil, a esas castas extractivas que tanto denuncia. Aquí, también, quien no corre, vuela. Y me gustaría que aportaras también un listado de empresas catalanas de los últimos años. A ver, esa innovación. Ah, y a ver cuáles quedan. Porque muchas de estas empresas burguesas se han largado con el colonizador ladrón. Será que piensan que aquí aún están peor.
¿Maneras de entender la modernidad? Por Dios. Léete los comentarios a las noticias políticas en los digitales independentistas. Otegi es transhumanista en comparación.

En fin , amigo, que esto cada vez se parece más a Waco pero a lo grande. ¿La Catalunya del seny? Si aquí estamos todos locos, hombre.   

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"una unidad de integración consolidada"
Los separatistas, sobre todo los que recientemente se han unido a esa corriente consideran que no hay integración, que el Estado no quiere integrarlos sino asimilarlos y que, además, España ahora mismo es todo menos un estado consolidado.

Anónimo dijo...

A crisis revuelta, ganancia de desquiciados...