Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

¿Primavera árabe? Ahora es todo invierno.

miércoles, 1 de agosto de 2012



Mi amigo Robert Redecker ha colgado un post en FB sobre la supuesta "profanación" de una mezquita donde han dejado dos cabeza de cerdo en la puerta. Y uno de los comentaristas responde algo divertido que desconocía (totalmente)

Alan Broc Rappel historique : dans la Tunisie de Bourguiba un film occidental tourné dans le pays avait une scène où un cochon s'enfuyait dans une mosquée et y provoquait un grand désordre.
Indignation consécutive des barbus.
Réponse du président Bourguiba :
"Ce cochon et ce films rapportent beaucoup d'argent à la Tunisie. Si ça pouvait rapporter aussi de l'argent à la Tunisie, ce cochon, je le mettrais même dans mon lit."
Mais à l'époque la Tunisie était un pays civilisé.



Vaya, aquello era realmente la primavera. Desde entonces todo va a peor. Pero a peor.

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