Ian Buruma continua siendo sutil. Aunque éste
es un artículo muy razonable en general, sigue sin darle la verdadera dimensión a un problema candente. Afirma que “Es cierto que los terroristas islamistas recurren al Corán para justificar sus acciones asesinas, pero los verdaderos motivos de su guerra santa son políticos no teológicos,”. Y luego, inmediatamente, ¿eh?, explica porque no son teológicos. Porque “Sus principales enemigos son las dictaduras laicas de Oriente Próximo, corruptas, a su juicio, por culpa del Occidente decadente y sin alma.” Pues vaya definición de "político". Ahora vamos a llamar “políticas” a las cruzadas morales. Cuántos se alegrarán.
Buruma es “zapateril”. A Zapatero también le parece político el “conflicto” vasco. Entre unos y otros lo que consiguen es que las creencias en el Más Allá a unos les cueste desde una muela hasta la vida y que encima sea por motivos de calado, objetivos.
Yo ya no sé qué es político. Me lo expliquen.
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La fotografía más increíble : Saturno iluminado por el sol por detrás. En algun lugar se ve la Tierra. Habla de ello Steven Pinker en Edge .
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4 comentarios:
Aunque sigo sin leer Anglomanía, me he leído enterito el artículo de Buruma. Y tampoco me convence.
De entrada, algún error de bulto: ¿Arabia Saudí, tan odiada por el líder de Al Quaeda, es una dictadura laica? Dictadura seguro, pero laica...
Y luego el empeño en establecer una especie de cortafuegos entre religión y política, completamente artificial: es política, no teología. A las madrasas de Pakistán lo enviaba (es un decir) a explicar la diferencia.
Si fuera español (político o tertuliano), nos aconsejaría: cuidado con satanizar el islam.
Hace miles de años que lo único "sagrado" que hay es la propiedad.
Abate Marchena.
Claro, Abate. Por eso se esconde Rushdie. Por eso asesina la ETA.
Consignero, que es Vd. un consignero.
Es bastante óbvio que el conflicto vasco es un conflicto político: el nacionalismo vasco demanda la soberanía política para lo que ellos consideran que es su nación (Euskadi), mientras que el nacionalismo español defiende que la soberanía recaiga sobre una entidad más ámplia (todo el conjunto de España). Este conflicto de intereses entre dos partes es el eje fundamental del llamado "conflicto vasco", del cual ETA es tan solo una pequeña parte.
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