Soy militante de UPyD en Cataluña y (eso es algo que parece
que hay que explicar en esta tierra) una ciudadana como las demás. Es decir, me
gusta tener servicios, sanidad, carreteras por lo menos tan buenos como los del
resto de autonomías. En un momento en que los otros partidos catalanes están
tomando posiciones respecto al kafkiano tema del “déficit fiscal catalán”, se
supone que tenemos la obligación de entrar en la subasta y formar parte del
grupo de corifeos a los que las fuerzas políticas del PUC (partido único
nacionalista, CIU, PSC, ER y resto de formaciones nacionalistas) movilizan como
marionetas al grito de “anticatalanista el último”. Ahí están el PP y Ciutadans
proponiendo soluciones intermedias (ni tú ni yo) a un problema que, como
siempre, se inventan los amos del maset para tener distraído al personal. Ahora resulta que el PPC quiere algo
dentro de la LOFCA pero con algún privilegio añadido, que se note que miramos
por la casa. Y Ciutadans descubre el principio de “ordinalidad” que estaría muy
bien si viviéramos en un estado realmente federal con igualdad de oportunidades
para todos (¿acaso en Madrid no tienen “déficit”?)
Nosotros no vamos a estar ahí. Ya lo hemos dicho muchas
veces: somos un partido catalán que no respira los ponzoñosos gases de la utopía
identitaria y que no alucina la fantasía de que somos algo que está en España
pero que, a la vez, no lo está. Queremos un cambio constitucional para que
nadie en este país tenga más derechos, libertades o privilegios que otros. No
se trata de que Cataluña tenga un concierto como el vasco o el navarro. Se
trata de que esas comunidades acerquen sus puntos de partida a los de los demás
y no jueguen con ventaja. Tampoco otras regiones deberían mantener
indefinidamente derechos económicos y sociales que no podamos disfrutar el
resto por motivos de desigualdades ancestrales que ya se ha visto que no se
corrigen con subvenciones sino todo lo contrario.
No vamos a pujar por conseguir un régimen especial para
Cataluña sin repensar el mapa fiscal español en su conjunto. Es que es absurdo.
Cuando nos hemos dado dolorosamente cuenta de que las desigualdades fiscales,
financieras, normativas etc. europeas están en la base de que la Unión Europea
esté en riesgo… montamos un sarao, con pérdida de tiempo y de recursos, ahora
que tanta falta nos hacen uno y otros, para parir el ratón de un nuevo invento
para nosotros solitos.
¡Qué lástima! Parece que somos los únicos que sabemos que, o
vamos todos unidos, o de esta no salimos. Ya basta de hacer seguidismo a los
mismos “cerebros” que nos metieron en el patético e inútil embolado del
Estatut. Queremos armonizar fiscalmente España porque no queremos una Europa fiscalmente
desarmonizada. Por ejemplo. Tenemos la idea, al parecer es extravagante, de querer empezar por aplicar en casa lo que
pedimos a los socios europeos. Pero no sé si lo van a entender.