Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

El meme "normalizador"

miércoles, 20 de junio de 2012

Siempre que tengo ocasión, le aseguro quien quiera oírme que los catalanes no somos para nada distintos al resto de los españoles. La obsesión identitaria no es prerogativa de nacionalistas expresos y confesos. Es un instrumento de poder que, cuando se conoce, se ama. Y, para que funcione, hay que "normalizar" a la gente, lo quiera o no, cueste lo que cueste, haya crisis o abundancia. Si no que se lo pregunten a Álvarez-Cascos, que seguro no se considera "nacionalista".

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