Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

la piedad peligrosa

martes, 27 de octubre de 2009

Con el Tercer Mundo y con los pobres exóticos (los propios pasan más desapercibidos) tenemos una relación casi de dependencia moral. Nos lo dice, por suerte, una africana para que no nos tachen de racistas. también por suerte Thomas Sowell dijo en su día verdades sobre el racismo y la victimización obstinada de un sector de la población americana que sólo podía decir un negro. Dambisa Moyo afirma que « Africa se ha vuelto el objeto de una compasión orquestada a nivel mundial" cosa que apenas nos atrevemos a insinuar cuando reiteramente vemos en los medios de comunicación a modelos super famosas o a cantantes mega comprometidos publicitando bellos reportajes con mucha túnica de lino sosteniendo niñitos depauperados. Dambisa Moyo en este artículo , recogido oportunamente por JM Fábregas no tiene pelos en la lengua cuando habla de "los grandes shows humanitarios en Londres o en Paris" con los profesionales de la autopromoción via solidaridad-con-lo-que-sea como Bob Geldof o Bono. Sí, el “business de l’aide” es la forma de ganarse el pan de los funcionarios de la Banca Mundial, del FMI, de las Naciones Unidas o de las ONG. "Vivimos en una cultura de la asistencia...existe como un imperativo moral en los paises ricos para ayudar a los pobres". Ya lo dijo Thomas Sowell en algún libro de su trilogía: "Ningún país ha salido adelante gracias a la beneficencia". William Easterly en su libro The White Man's Burden: Why the West's Efforts to Aid the Rest Have Done So Much Ill and So Little Good ya habló de los BILLONES de dólares vertidos en África que no han dado el menor reslultado. Quizá todo lo contrario. Como asegura Dambisa Moyo: corrupción, hundimiento de los mercados locales, parasitismo, pereza... Nada puede ser más claro que estas palabras: «estamos en la absurda situación en la que el donante tiene una necesidad más grande de donar que el beneficiario en recibir".

En el suplemento Yo Dona de El Mundo del sábado, tan políticamente correcto y desfasadamente "femenino" como pueda serlo el de El País, hay un reportaje que no puedo traer aquí porque no sé cómo hacerlo. Se llama "Las excelentes de áfrica". En él se nos cuenta que existe un programa para dar educación superior a un grupo de aventajadas estudiantes africanas. Está plagado de comentarios paternalistas y de gradeza-del-alma impensables si el sujeto fuera blanco: "...alta, con una clase innata y segura de sí misma". Bien, ojalá. Pero tiene un aire de irrealidad, como de cuento de hadas... Unas chicas son maravillosamente formadas para...¿emigrar? ¿existe una estructura social y económica suficiente en su país para aprovechar este talento y esta formación?

No hace ni dos días estuve viendo un documental precioso sobre la vida de unos pobres, modestísimos ganaderos en las montañas peruanas, gente viviendo hacinada en una choza multitarea. Pues bien, la hija mayor de la familia está estudiando para conseguir sacar a su familia de la miseria. ¿Y qué estudia que es tan celebrado por el reportero? Antropología. ¿Antropología? Yo estudié Antropología en un país casi del primer mundo y fue un capricho. Si la joven peruana se saca la carrera su única salida será el funcionariado, otra plaga de los paises subdesarrollados (como el nuestro). También habló Thomas Sowell de las pretensiones estratosféricas del licenciado en Humanidades africano y de la carga que acaban representando para el país.

11 comentarios:

arcu dijo...

·De acuerdo con tu comentario, Mujer Pez. Lo políticamente correcto nos perseguirá eternamente, no hay remedio ya.
·Copio de un pps que me ha llegado hoy, que avala la misma idea que expones:
·El ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando muy duro cuando la recompensa es atractiva y justifica el esfuerzo propio; pero cuando el gobierno suprime ese incentivo y le quita al productivo para darle al pasivo nadie va a hacer ya el sacrificio necesario para lograr la excelencia (el PER, los impuestos ZP, etc.). Lo mismo en África con lo que les llueve sin esfuerzo. ¿Para qué trabajar por algo que seguramente te darán gratis?
·¿Cómo era aquello de que en vez de darles peces hay que enseñarles a pescar...?
·Estamos rodeados...

arcu dijo...

Esto que dijo Abraham Lincoln, todavía es actual:
1.- No se puede crear prosperidad desalentando la iniciativa propia.
2.- No se puede fortalecer al débil debilitando al fuerte.
3.- No se puede ayudar a los pequeños aplastando a los grandes.
4.- No se puede mejorar al pobre destruyendo al rico.
5.- No se puede elevar al asalariado oprmiendo a quien paga los salarios.
6.- No se pueden resolver los problemas mientras se gaste más
de lo que se gana.
7.- No se puede promover la fraternidad y el progreso de la humanidad promoviendo e incitando al odio de clases.
8.-No se puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado.
9.- No se puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia, su libertad y su iniciativa.
10.- No se puede ayudar a los hombres realizando por ellos permanen-temente lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.

Circe dijo...

Je, je, me recuerda usted un poco a Lady Ludlow...

Mujer-Pez dijo...

qué quiere decir, querida circe?

Circe dijo...

Pues que yo pienso que las jóvenes peruanas o senegalesas han de poder ser libres de elegir sin intromisión por nuestra parte. Y que, si bien toda elección tendrá sus consecuencias, no creo que tengamos derecho alguno a marcarles limitaciones desde el primer mundo asumiendo como hecho incontrovertido que el exceso de educación no les va a beneficiar, pues me parece una postura muy reaccionaria. ¿No le preocupa más el despilfarro del funcionariado europeo, o nuestra sobresaturación de masters emprendidos exclusivamente a título de ritual social que las pretensiones supuestamente estratosféricas de los licenciados africanos? No sé, pienso que quizás las jóvenes peruanas o senegalesas podrían argumentar que, con lo que derrochamos aquí en multitud de individuos que igual merecerían estar picando piedra, habría de sobra para hacer de Perú o Senegal las sedes por excelencia de la investigación antropológica o física nuclear, yo que sé.

Anónimo dijo...

Abraham Lincoln se equivocaba en que "No se puede fortalecer al débil debilitando al fuerte". Un ejemplo es el impuesto sobre la renta. ¿Desean ustedes derogarlo?
También se equivocaba en "No se pueden resolver los problemas mientras se gaste más
de lo que se gana". Todo depende de las condiciones del crédito y de las características de la inversión (recuerden la campaña de bonos de UPyD al principio, cuando no tenían un duro).

¿De verdad piensa alguien que el problema de África es que les damos demasiado dinero y se ponen a vaguear? ¿De verdad piensa, mujer-pez, que el donante tiene más necesidad de donar que el beneficiario en recibir? Necesitan ustedes luces de aterrizaje muy potentes...
Claro que sólo con la beneficencia no se resuelve el problema, pero de ahí a que nosotros les necesitemos a ellos más que ellos a nosotros... Venga, por favor.

Con dinero sólo no se arregla.
Pero sin dinero tampoco.

Hay quien dice que la única manera de que el tercer mundo salga adelante es invertir en industria local y luego protegerla con fuertes aranceles. Eso sí que es interesante...

Tyrion el Gnomo.

Grunentahl dijo...

Circe dice: "Je, je, me recuerda usted un poco a Lady Ludlow..."
No sé muy bien por qué lo dice. Quizá porque Mujer-Pez parece salir en defensa de las chicas negras (o tercermundistas en general) que tendrán que emigrar para poder usar sus conocimientos universitarios. O porque la misma Circe interpreta que MP cree, como "My Lady Ludlow", que no hay que educar a esas chicas, puesto que no van a poder trabajar en lo suyo en sus países.
Me parece que MP mantiene una línea ilustrada en todo su blog que desmiente lo segundo.
Quizá haría bien Circe en releer á Mujer Pez en este blog y a Elisabeth Gasckell en sus libros y tratar de descubrir lo que hay detrás de las palabras. No se conforme con una primera lectura.

Abate Marchena dijo...

El enunciado de tu escrito me ha retrotaído a principio de los 60. Tu enunciado es el título de una novela de Stefan Zweig que leí cuando hice el servicio militar en Melilla. La había comprado en una librería local y un oficial me encontró leyéndola. Me ordenó que inmediatamente la introdujera en el "petate" y no la sacase hasta que me licenciara.
El protagonista es un militar que se casa por lástima con una chica inválida.

Un saludo....Teresa.

Mujer-Pez dijo...

Tyrion el Gnomo, no importa lo que yo diga, pero importa mucho la voz de esta zambiana.
Y, tiene razón Iñigo, a mi me encanta que la gente estudie lo que le parezca. Todo el mundo tiene derecho a estudiar Antropología y a encontrar trabajo en ello. Hasta yo.

Circe dijo...

Tranqui, Íñigo. Por cierto, les recomiendo North and South. Pero me disculparán si les digo que tampoco creo que exista un derecho a encontrar trabajo de antropólogo, ni tampoco de buzo. La cruda realidad es que para mucha gente no hay trabajo. Ni en el tercer mundo ni en el primero.

Iñigo Valverde dijo...

De acuerdo, Circe. No existe el derecho a "encontrar" (cualquier) trabajo, pero sí el derecho a salir a buscar "en igualdad de condiciones". Lo que pasa es que los derechos tiene uno que ejercitarlos, es decir ganárselos, no esperar a que te los vengan a ofrecer a domicilio. De eso hablaba también Dambisa Moyo, creo.