Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

la "categoría" de la pastelera

lunes, 30 de marzo de 2009

El programa “Els matins de TV3” son una mina. Hace unos días nos regalaba las impagables imágenes de una Pilar Rahola acusando a un ciudadano del Valle de Arán de separatista y casi de “romper” Cataluña. Vean, vean como utiliza idénticos términos que quienes ella misma califica de “españolistas” o, según quién, de “unionistas”. El chico decía que si el Valle de Aran tiene una lengua propia, una tradición y una historia es una nación como una casa de payés. Y a ver quien le puede discutir eso aparte de Rahola. Cuní, siendo consecuente, no puede. Es lo que tiene definir nación con esas premisas tan herderianas, que luego te crecen los países enanos dentro de casa.


Ahora, via e-noticias , me entero de que una pastelera nostradamente cañí ofrece trabajo a quien reúna determinadas condiciones, una de ellas el hablar catalán. Pero no porque el catalán sea una lengua de comunicación necesaria en el trabajo, que también, supongo. Sino porque se entiende que el catalán garantizará que esa persona tenga algo así como “un nivel”. Para entendernos, no como las de fuera (andaluzas, por lo que se ve) que son capaces de crudezas silvestres de este calado: '¿oye, tu ere er jefe?', ¿ese papé que hay en la puerta pa que é?' o '¿a ver, que se tiene que ganá?'. La mestressa de la pastelería asegura en un tono que hubiera aprobado la mismísima reina madre británica: “nos lo hemos encontrado, eh”.

Y, ahora, claro, sé que la reacción de muchos será de cierto oprobio, sobre todo si no se es “de la ceba”, si no se está en el cogollito de esa confortable col de cocido social de la que se siente parte la pastelera. Pero no corramos. A nadie se le oculta que el nacionalismo tiene, entre otras utilidades, la de permitir que un particular sin especial virtud pueda sentirse orgulloso de pertenecer a una categoría humana indiscutiblemente superior. Pero no es la única. Todos somos criaturas en busca de estatus, una de las más poderosas fuerzas de la naturaleza humana. Y muchos de los que nos escandalizamos de lo burdo del nacionalismo ofreciendo “categoría” pasamos de puntillas sobre aquellos pasaportes a la distinción que podemos utilizar nosotros, sea “la cultura”, pertenecer a la “izquierda solidaria”, ostentar un apellido con “de”, ser la hostia de viajado o tener, ahí es nada, un futbolista famoso en la familia. Yo misma, llamándole “pastelera” a la pastelera, me blindo en el mío (uno de ellos).

No veamos la paja en el ojo nacionalista. El nacionalismo te da la oportunidad de engañarte en algún momento hablándole de tu a un político o al mismo Cuní (que no te va a invitar a ningún sarao en su casa). Ha permitido al charnego o al maqueto pasar de ser un desgraciado a poder resarcirse dando carnés de pedigrí a quienes antes le intimidaban y despreciaban. Y todo esto, baratísimo. Como dijo una vez un amigo mío: que tu hija hable catalán como si llevase aquí generaciones equivale a adoptar, sin pagar onerosas matrículas, un acento de Eton. Te permite olvidar que tus abuelos pasaron hambre en Badajoz.

A ver quién da más.

4 comentarios:

Circe dijo...

Caray, veo que siguen erre que erre con sus flagelaciones matinales..., y con oso incluido. ¿Qué bien se lo pasan, eh?
Veo muy difícil que en Eton puedan superarlo, pero quizás podrían preguntar al Sr. Mosley.

Don Roberto dijo...

I have read an account by Robert Cunninghame Graham that Bernardino de Velasco, Duke of Frias, Hereditary Grand Constable of Castile had studied at Eton probably in the 1870s. I would be grateful if you could confirm this and, if you have any other relevant information about him, would it be possible to obtain it?

Thank you for your enquiry which will be dealt with as soon as possible.

He was here, in Mr. Tarver’s house, from summer 1880 to Easter 1883. I am afraid that we have little further information on him. If you were able to visit the Library you could track his progress through the school list but I cannot undertake this on your behalf. I have asked my colleagues in the Photographic Archive if there are any house groups which might include him but no House Captain’s book survives.

Thank you for sending this. He sounds quite a character!

P. Hatfield, College Archivist

Mando unas pgs. de la biografia de
Robert Cunninghame Graham(fundador del partido nacionalista escocés y amigo del duque de Frias,Conde de Haro y Grande de España y alumno de Eton) por Alicia Jurado

Mujer-Pez dijo...

lo siento, don Roberto, no puedo ayudarle. un saludo muy cordial

El Abuelo dijo...

Muy buena entrada, no sólo desde un punto de vista "social", sino también desde uno estrictamente "político", puesto que con la mención al Valle de Arán, resumes de la mejor manera posible la falacia político-administrativa en que consiste cualquier nacionalismo: lo que exigimos como derecho natural no lo concedemos automáticamente (o incluso, lo negamos expresamente) a los territorios de su interior, lo que explica la otra falacia en que se concreta: la supuesta radicalidad democrática de las convocatorias de referendums sobre la independencia de territorios sin Estado. Si el Estado los aceptase, ya habrían ganado los independentistas antes de la votación misma, puesto que eso implicaría que se hubiera delimitado con carácter previo, por razones voluntaristas, una demarcación territorial concreta (Cataluña, el País Vasco, etc.) en detrimento de otras menores en su interior (provincias, comarcas, valles, etc.), que sin embargo también tendrían derecho a la autodeterminación y, por tanto, a sus propios referendums, el cual, si se satisficiera por el Estado, resultaría incompatible con el previamente reconocido a la entidad soberanista mayor. Un absurdo que sólo encuentra prevención en reconocer la existencia de los Estados "realmente existentes", formados por indeterminadas y accidentales circunstancias históricas y no por estúpidas predestinaciones espirituales.