Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

miércoles, 11 de julio de 2007

Queridos amigos: estoy en el hospital con mi padre, a quien han ingresado. Escribo esto un momento que he vuelto a casa. En cuanto vuelva a tener vida normal, sigo.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Lo importante es lo importante. Que vaya todo bien.

Anónimo dijo...

Hola, espero que tu padre mejore. Que temor tiene uno de que se le escapen los seres queridos...

Sigo con mucho interés tu blog desde hace tiempo, y tb habíamos compartido militancia política, hasta la semana pasada en que me di de baja de C´s.

Un abrazo bien fuerte.

Unknown dijo...

Que todo vaya bien. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Gotigoti dijo,

Normalidad, bendita palabra.

Ferran Caballero dijo...

Ánimos, esperaremos. Hasta pronto!

Anónimo dijo...

Espero que tu padre se restablezca pronto. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Teresa: Espero que tu azoramiento sea corto y transitorio.
Que la calma sea pronto.


Abate Marchena.

Anónimo dijo...

Ánimo y que se mejore