Siempre que afloran los prejuicios éticos o nacionales,
en tiempos de escasez, cuando se desafía la autoestima o vigor nacional,
cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico
o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento
familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea.
Tiembla su pequeña luz. Aumenta la oscuridad.
Los demonios empiezan a agitarse (Carl Sagan).

negras como ellos

lunes, 2 de abril de 2007

Leí en El País del día 26 la noticia de que El Reino Unido conmemora este año el bicentenario de la abolición del comercio de esclavos. En 1807, el Parlamento de Westminster aprobó la propuesta del diputado William Wilberforce en contra del esclavismo. Lo sorprendente (o no) ha sido la polémica generada. No porque haya aún países donde se practique la esclavitud de facto (las escandalosos noticias sobre trabajadoras filipinas en Arabia Saudita, o el comercio de humanos en algunas zonas de Sudan), sino porque este acontecimiento, hito en la historia de la humanidad, fue llevado a cabo por blancos. Existen toda clase de reclamaciones absurdas desde grupos sociales que esgrimen agravios históricos. La realidad es que la esclavitud ha sido una institución universal practicada en TODAS las sociedades. Y esto incluye el África sub-sahariana, lugar desde donde se exportaban esclavos que eran comprados a gentes tan africanas, tan negras como ellos, a través de comerciantes árabes que actuaban como mediadores. Lo que ha sido distintivamente occidental (“blanco”) no ha sido el comercio de esclavos sino la cruzada moral que acabó con él. Un movimiento desarrollado únicamente en este lugar del mundo y que sólo luego fue exportado a Asia, África y hacia Oriente en general. Por ello no se entiende que Ekow Eshun, londinense cuyos padres proceden de Ghana y que es ni nada más ni nada menos que director del Instituto de las Artes Contemporáneas (ICA) de Londres, diga "¡Cómo si tuviéramos algo que agradecer a los abolicionistas blancos...! Me incomoda ondear la bandera a favor de Wilberforce. Supone una capitulación de la responsabilidad colectiva de los británicos por todos los años anteriores y posteriores de comercio y esclavitud de negros. Todavía ven la historia del Imperio británico con orgullo, sin sentirse responsables de uno de sus capítulos más importantes, el comercio de esclavos". Según parece hay un movimiento a favor de que personas como Blair “se disculpen” por algo de lo que no tienen la menor responsabilidad.

*

Quizá Ekow Eshun no crea que este loco tenga nada de qué disculparse. Cosas del relativismo y del multiculturalismo barato.

12 comentarios:

Bartleby dijo...

"Lo que ha sido distintivamente occidental (“blanco”) no ha sido el comercio de esclavos sino la cruzada moral que acabó con él."
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Cruzada moral que se plasmó en una decisión tomada por un Parlamento democrático, el británico, y no por un despota, ilustrado o no.
Para llegar a ese destilado moral ha hecho falta una acumulación de ciencia, conocimiento, desarrollo y costumbre (modo de convivencia) que hoy es legitimaente aprovechado por países en rápido crecimiento económico, como China e India. Que importaron también el abolicionismo.

Una forma de Cambio radical

Mercutio dijo...

Buenos días. Como me ha gustado tanto la entrada, ya la estoy copiando por ahí. Hala; sin permiso.

A cambio, modestamente, unos regalitos.

'Islam Denounces Terrorism

Sólo es, lamentablemente, el título de un libro escrito por el creacionista islámico Harun Yahya. O quizá por todo un movimiento creacionista turco, moderno, expansivo e internetero; Yahya es tan eficaz y prolífico que probablemente se trate de más de una persona.

En ese libro, del año 2002, además de la usual defensa del Islam como religión de la paz, se afirma que las auténticas causas del terrorismo son el materialismo y el darwinismo. Sólo erradicando su enseñanza de las escuelas de todo el mundo desaparecerán los actos de terrorismo.

Así que ya lo sabéis: la masacre del 11-S no fue en nombre de Alá, sino en el de Darwin.
:o/

Sobre el creacionismo en el Islam dice Taner Edis (Harun Yahya and Islamic Creationism):

Los pensadores musulmanes dan por hecho que la evolución no ha ocurrido, o bien que cualquier tipo de desarrollo en la vida se produce mediante la intervención divina. El Corán, después de todo, declara la creación especial, de los humanos particularmente. El proceso natural y ciego aceptado por la ciencia moderna tiene que ser obviamente falso; la visión darwiniana de la naturaleza no es sino otra indicación más de la degeneración moral y religiosa de Occidente. Sin embargo,los apologetas musulmanes raramente sienten la necesidad de elaborar su rechazo a Darwin.

Según la Wikipedia, el movimiento creacionista islámico tiene su centro en Turquía y un considerable número de seguidores en Indonesia y Malasia. En los países árabes e Irán, por el contrario, despierta poco interés. Al igual que sus homólogos, los fanáticos creacionistas cristianos, acusan al evolucionismo de la mayor parte de los males de la humanidad.

Y, sin embargo, venimos del mono.'
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'Profesores de la UB reciben material creacionista

Grupos creacionistas de diverso pelaje, cristianos y musulmanes, continúan con su nueva estrategia de enviar propaganda creacionista a profesores europeos en forma de lujosas publicaciones (otra cosa no tendrá esta gente, pero sí dinero).

Los envíos ya han llegado a España, concretamente a diez profesores de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona. Se trata, esta vez, de un "Atlas de la Creación" publicado por los creacionistas-islamistas turcos agrupados bajo la firma de Harun Yahya (esos que dicen que el materialismo darwinista es la causa de masacres como la del 11-S).

Sorprendidos tanto por la calidad gráfica de las ilustraciones como por lo disparatado de los textos, los profesores afirman que su respuesta será ignorar el material.

Más información en Vilaweb.

Anónimo dijo...

Ese loco tiene razón: los soldados suicidas son invencibles por definición. Les pasa como a los maltratadores que acaban con su pareja (normalmente, ex-pareja) y luego con ellos mismos.

Porque, por mucho que aumentemos las penas para aquellos que antes de suicidarse las matan porque eran suyas, o combatamos con Libertades Duraderas o Tormentas del Desierto a los que busquen un atajo al Paraiso en autobuses israelítas, ellos seguirán siendo invencibles, en el sentido de que han cumplido su objetivo: matar y morir.

El único camino es la educación, y, quizás, la actuación sobre el lóbulo frontal ese que tan de moda esta en el blog de mujer-pez.

Sobre esto ha escrito Belaborda el nocikjournal (cito sin permiso del autor):

[104] Escrito por: belaborda - 2 de abril de 2007 12:14

Eso me ha hecho rememorar lo que se decía -creo que si no fue por el propio Mao, al menos por altos cargos del régimen durante su mandato- para justificar el sobrenombre de tigre de papel que le adjudicaban a los Estados Unidos: que China sí podía ir a una confrontación nuclear con la seguridad de soportar perder unos centenares de millones de habitantes y... seguir existiendo.

[Qué barata la carne de sus gobernados para estos estadistas...]

Anónimo dijo...

Gotigoti dijo,
¿alguien se cree que el sonajero megalomaníaco que dicta en Irán no va a lanzar la bomba sobre Israel en cuanto la tenga?
Un tipo que organiza un aquelarre nazi para negar el Holocausto y que dice estas cosas ¿se va a detener por lo que diga la inane Onu?
Qué mal lo deben estar pasando en Israel y qué dilema ¿se esperan a que los achicharren o arrasan las instalaciones nucleares iranies ahondando el odio que se tiene a este país especialmente por parte del mundo musulman y de la lunática izquierda mundial?
Por otra parte y con respecto a los rehenes británicos en Irán la darwinista sisu ha ce unas agudas consideraciones,especialmente sobre la jóven soldado que aparece fumando en las imágenes. Ver:sisu.typepad The most unflattering headgear known to a woman,29 marzo. Cuidado si la visita M-P,sisu tiene muchos gatos.

Anónimo dijo...

Este comentario de hoy me ha recordado una discusión sobre economía. El tema era las industrias que se establecen en países subdesarrollados. Mi amiga se acaloraba denunciando la explotación que sufren sus trabajadores y encontraba repulsivo utilizar a niños como mano de obra. Su indignación iba dirigida siempre hacia “el explotador occidental” sin tener en cuenta que en esos mismos países lo terrible para una persona era trabajar para alguien de su propio país y que era ese mismo país el que no protegía a la infancia y permita que su propia gente utilizase mano de obra infantil. Que para esa gente era una gran fortuna conseguir trabajar en una empresa extranjera porque la verdadera explotación laboral la sufrían de mano de sus propios compatriotas.
Marcenda

Anónimo dijo...

Quizá Ekow Eshun no crea que este loco tenga nada de qué disculparse.

Quizá sí lo crea. Habría que preguntarle.

Anónimo dijo...

"Lo que ha sido distintivamente occidental (“blanco”) no ha sido el comercio de esclavos sino la cruzada moral que acabó con él."

Mujer-Pez tendría que estudiar un poco el fenómeno y no tocar de oída, segura de su prejuicio occidentalista.

Vería igual que conviene distinguir entre esclavitud y ciertas relaciones de servidumbre no asimilables.

Vería igual que uno de los principales abolicionistas del Imperio Británico era un puto negro. (Claro ahora dirán que era un negro que estaba occidentalizado; como, salvando las distancias, Gandhi, era un puto indio occidentalizado). Lo importante es minimizar los aportes de otras civilizaciones. Somos lo más, la sal de la tierra.

Vería igual que ninguna otra civilización ha debido hacer frente a revueltas de sus esclavos tan frecuentes y tan peligrosas.

Vería también que ninguna otra cultura llevó tan lejos su despilfarro como los británicos capaces de arrojar por la borda de un barco a toda su mercancia. Incidente que desencadenaría toda la campaña que finalizaría con la abolición.

Vería también que los británicos calcularon, en su afan econmicista, que el esclavismo era un regimen poco rentable. Que resultaba mucho más barato comprar la mercancia adulta y dejarla morir cuando ya no fuera aprovechable. Lo que convertía al esclavo en un bien perecedero de muy corta duración y socavava la continuidad misma de la institución social. O que incluso resultaba más a cuenta contratarla que esclavizarla. Resultaba más barato y más seguro.

Lo que está claro es que nunca, ninguna otra civilización ha sentido tanto terror de sus esclavos como los blancos. Nunca ninguna otra civilización se sintió asediada por los esclavos como la occidental.

tito

Anónimo dijo...

¿A alguien le suena Toyotomi Hideyoshi? bueno... pueden encontrar de él en la wikipedia. Fue el que abolió la esclavitud en Japón, bastante antes que los europeos por cierto.

Anónimo dijo...

Un Militar Inglés preguntó a sus pilotos si aceptarían llevar a cabo operaciones kamikaze como último recurso para impedir un atentado terrorista.

"¡Después de Usted, señor!", fue la respuesta.

Funes

Unknown dijo...

Muy buena entrada, mujer-pez, pese a lo que diga alguno más arriba.

Interesante el sintagma "cruzada moral", porque nos recuerda el carácter religioso de las personas que emprendieron la campaña: los cuáqueros, Thomas Clarkson y también el propio Wilberforce.

El libro de Adam Hochschild, Enterrad las cadenas, que ud. conocerá seguramente, recoge muy bien la fuerte motivación religiosas de quienes promovieron la cruzada.

Como siempre que se habla de estos asuntos, sale algun materialista histórico (après la lettre), para explicarnos que cualquier cambio histórico (como el fin de la esclavitud) es función de tales o cuales intereses económicos. Sin saber, como diría keynes, que está exponiendo la teoría de un autor del pasado acerca de las cosas. O sea, ideas.

Anónimo dijo...

Schelling: no lo he leío. Lo he tenido en is manos, pero no lo he leído. sé de qué va, pero eso es todo.Me gustaría leerlo, sí.

m-P

Unknown dijo...

Un libro interesante, aunque quizá podría haber sido algo más breve.

Vale la pena como relato de una de las primeras campañas de agit-pro (de las buenas) iniciado por razones morales y de la paciencia que requiere cambiar el mundo de ese modo.